Una relación laboral basada en la confianza

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Por Vilma V. Pelagio Velarde – Directora 360 Centro de Transformación Familiar

¿Es el uso del miedo y la intimidación la mejor manera de manejar la relación entre dos personas? ¿O es todavía posible pensar en que la confianza entre las partes puede traerles mayores beneficios?

No cabe duda de que toda buena relación está basada en la confianza que se generen las personas. Un hijo es más fuerte y equilibrado emocional y espiritualmente cuando sus padres les muestran que creen en él.

Un niño confía en que su padre no le va a fallar, que le dará alimentos, vestido, afecto, calor. Si es así, la relación de ambos se fortifica, edifica.

Hacer lo contrario (una relación basada en el temor y la desconfianza), sostienen los especialistas, trae como consecuencia hijos con baja estima, violentos, con perfil intelectual deficiente, deprimidos.

Así también, la pareja asegura su permanencia y una conducta estable en el tiempo si basa su relación en la confianza y una comunicación constructiva. Por inseguridad se ha incrementado considerablemente la violencia doméstica, la depresión en familias enteras, y va en ascenso el número de suicidios.

Lo mismo sucede con las empresas. Se enfrentan a un escollo no fácil de superar: la confianza. La figura del jefe es fundamental dentro del trabajo porque es el que consigue unir la labor de todos para conseguir un buen producto final.

La confianza que el jefe tiene en sus colaboradores es uno de los factores clave en el correcto desarrollo del trabajo; lo contrario llevaría a la reducción del nivel de calidad esperado, la revisión y supervisión excesiva del trabajo de colaboradores, omnipresencia del jefe en cualquier tarea del trabajo diario, etcétera.

La reciente denuncia de un practicante de derecho sobre el abuso cometido por una abogada de un conocido estudio local ha revelado que aún existen jefes que no buscan tender puentes o dar confianza sino, por el contrario, generar miedo, angustia o inestabilidad emocional en sus colaboradores.

Diversas investigaciones han probado que, aunque “A tenga una gran confianza en B, estableciendo mecanismos de colaboración y acercamiento entre ambas personas, no siempre B tiene el mismo nivel de confianza para con A”. Esto demuestra que la confianza no puede ser generada de inmediato, sino que se consigue dando señales positivas, coherentes y sucesivas.

Es necesario, entonces, que el jefe confíe en sus colaboradores, pero por supuesto todo tiene su periodo de adaptación. Nadie nace sabiendo, por lo que su función es la de motivar la creación de confianza para despertar las habilidades de cada miembro de su equipo.

La amabilidad y el respeto deben ser la columna fundamental de una relación laboral exitosa, que se verá reflejada en la imagen, productividad y rentabilidad de la empresa.

Fuente: ElPeruano


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