Un título no significa necesariamente un buen empleado

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 Si usted es empleador, hay muchas señales de las que puede depender para determinar la idoneidad para un cargo de una persona joven.

Si está buscando alguien que sepa escribir, puede preguntar si el aspirante tiene un blog. Para el caso de programadores de computación, puede preguntar cuál es su puntaje en TopCoder o GitHub. Para agentes de ventas, puede preguntar qué tipo de productos han vendido recientemente.

También hay una gama de pruebas que puede administrar a los empleados potenciales para ver si son aptos para el trabajo.

Algunas son bastante directas. Otras, como Knack, usan videojuegos para probar atributos ya que se ha demostrado que se asocian con el buen desempeño.

¿Y el título?

No he enlistado un título universitario porque pienso que es un indicio muy malo, y va empeorando. Una de las cosas más productivas que puede hacer un patrón es dejar de poner mucho énfasis en los títulos universitarios y de posgrado.

Desafortunadamente, los empleadores están haciendo exactamente lo contrario. Tal como lo dice un artículo reciente del New York Times, “el título universitario se está volviendo el nuevo diploma de preparatoria: el nuevo mínimo exigido, aunque caro, para ganarse incluso el trabajo de menor nivel”. Esto encierra dos enormes problemas. Uno es que la universidad es increíblemente cara y cada día es más así. La deuda total estudiantil en EE.UU. actualmente excede la deuda con las tarjetas de crédito, y no puede desecharse ni siquiera con la bancarrota.

Lo más alarmante, una investigación reciente de los autores Richard Arum y Josipa Roksa, en un libro publicado hace poco, reveló que 45% de una muestra de estudiantes universitarios estadounidenses no mostró una mejoría significativa en habilidad analítica durante sus primeros dos años de estudio. Lo que sea que están haciendo estos chicos no es aprender.

Lo que está pasando es algo entre burbuja y escándalo. Y no mejorará sino hasta que los patrones empiecen a valorar las credenciales más allá de los grados académicos.

 

 

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