Un año sabático para tomar impulso en la carrera

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Aunque es fuerte el mandato social de “estudiar, trabajar, asentarse, seguir trabajando y recién al jubilarse disfrutar del tiempo libre”, algunos deciden quebrarlo.

Hacer un corte en la carrera para replantearla es cada vez más frecuente. “La gente antes quería plata. Ahora quiere tiempo para sí misma”, dice Paula Molinari, socia de la consultora laboral Whalecom. “Algunas empresas entienden esta tendencia y ofrecen a ejecutivos o empleados con alto potencial la posibilidad de tomarse un tiempo, entre 3 y 6 meses, para proyectos personales”.

Para los plazos más extendidos, de un año o dos, los ejecutivos suelen negociar una licencia sin goce de sueldo: “Liberando a las personas por un tiempo, paradójicamente, se logra más compromiso”, afirma la consultora en Recursos Humanos.

A veces, las circunstancias ayudan a tomar la decisión. “En el 2002, el país estaba parado. Eso me empujó a irme a España y hacer un posgrado”, cuenta Raúl Amigo, docente universitario, y fundador de la agencia de márketing online La Línea. Amigo venía de trabajar en una empresa de telecomunicaciones, de la que se retiró para fundar su primera compañía online, que debió cerrar por la crisis económica.

Proyectos personales

“Obtuve una beca de la Universitat Lleida en Cataluña, y me fui. Volví en el 2003 con los contactos para crear lo que hoy es La Línea”, cuenta. “Romper con la inercia de la vida corporativa y lanzarte a emprender exige dar un paso al costado y ver las cosas desde otro lugar.

Una encuesta de Trabajando.com revela que solo el 1 % de los que están pensando dejar su empleo lo harían para tomarse un año sabático, pero un 14 % dejaría de trabajar para realizar una capacitación.

Las renuncias ocurren principalmente en la crisis de la mitad de la carrera.

 

 

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