Seis consejos para hablar de debilidades en una entrevista de trabajo

1654

La pregunta acerca de los puntos más débiles es una de las más temidas por los candidatos

Uno de los puntos más preocupantes, y difícilmente evitables, de una entrevista de trabajo, es la pregunta acerca de los puntos débiles del candidato. Forbes recoge algunas recomendaciones no solo para salir airoso de esta situación sino para conseguir marcarse un punto a favor.

  1. Conoce tus debilidades. Todos tenemos fortalezas y debilidades, y precisamente ésta es la gracia. Para poder defender las dos cosas, es necesario conocerlas a fondo. Si ni tú mismo dominas tus propias fortalezas y debilidades, difícilmente podrás defenderlas en la entrevista, pero mucho menos si te seleccionan definitivamente.
     
  2. Sé honesto pero no aplastes tus posibilidades. La mejor respuesta a la pregunta sobre tus debilidades es aquella que sea sincera, pero puede adecuarse a tu puesto de trabajo. Si estás en un proceso para ser un director artístico, no es un problema que tu mayor debilidad sea la contabilidad, porque no es lo que pretenden que hagas.
     
  3. Explica cómo tratas de vencer tu debilidad. En caso de que tengas una debilidad significativa en tu propio campo de trabajo, estudia como vencerla y sobretodo como vender esa superación. Por ejemplo, uno puede explicar que tenía dificultades para ser puntual, pero que está trabajando para resolverlas y el mejor ejemplo es haber llegado con antelación a la entrevista.
     
  4. No prepares una respuesta exacta. Es necesario pensar acerca de las respuestas a las preguntas más complicadas con antelación, pero hay que transmitir autenticidad, y esta desaparece si uno contesta como un robot, con una pregunta tipo o preparada hasta el último detalle. Debe adaptarse a la situación, al planteamiento y a la globalidad de esa entrevista en concreto.
     
  5. Discute solo las debilidades relacionadas con el trabajo. Esta bien abordar debilidades personales si afectan directamente al trabajo, pero no tiene sentido confesar una debilidad, por ejemplo, estrictamente doméstica porque es una exposición innecesaria ya que el reclutador insistirá después en saber otra directamente relacionada con el trabajo, y esto será una doble debilidad.
     
  6. No digas que eres perfeccionista o trabajas demasiado. Porque estas respuestas están tan sobadas que han dejado de ser alternativas creíbles a esta pregunta, además de no representar un problema para la mayoría de empresas. Utiliza la debilidad como una oportunidad de presentar como te has superado y como eres capaz de superar cualquier otro reto.

 

 

Comentarios