Se debe premiar el valor y no la presencia de su empleado

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La mayoría de los patrones sigue diciendo a los empleados los horarios de entrada y salida y como se espera que trabajen cuando están en la oficina. Pero, ¿por qué no medir a los empleados por el valor que crean, en lugar de por el número de horas que se sientan frente a un escritorio? Considerable evidencia sugiere que la gente trabaja mejor conforme más confianza le confieran los gerentes.

Metas claras

Al mismo tiempo, las compañías que dan más autonomía a los empleados tienen todo el derecho a esperar responsabilidad. Eso empieza con definir claramente lo que se considera éxito para un trabajo dado y con convertirlo en la vara de medición, en lugar de las horas de presencia en la oficina.

Finalmente el trabajo de un líder no consiste en decir a su gente como hacer su trabajo, ni cuándo ni donde trabajan mejor.

En cambio, consiste en liberarlos, estimularlos e inspirarlos para que todos los días lleven al trabajo lo mejor de ellos mismos.

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