Los siete pecados capitales del directivo actual

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¿Cuáles son los principales fallos que cometen los directivos actuales? ¿Qué prácticas de gestión no se están poniendo en marcha? En el momento crítico actual son necesarios una serie de puntos básicos para poder alcanzar la excelencia. Setesca, consultora especializada en el incremento de valor de las Empresas y proyectos de mejora de procesos, ha realizado un análisis con el fin de detectar los “siete pecados” capitales en la gestión, del directivo actual.

Pecado nº1: No cumplir o mejorar los objetivos marcados
Muchos directivos tienen tendencia a relativizar o a interpretar los objetivos de la propiedad o del consejero delegado. Esto provoca graves ineficiencias en la gestión ya que se pierde el foco en lo importante. Aunque sea una obviedad toda la organización debe alinearse en conseguir los objetivos marcados por los principales responsables de la misma.

Pecado nº2: No innovar
La innovación un factor diferencial en la excelencia, una vez agotados los caminos tradicionales de gestión. Buscar constantemente la innovación para encontrar fórmulas diferenciales respecto a la competencia.

Pecado nº3: No mejorar
La autocomplacencia es el peor enemigo del directivo, ya que no avanza todo lo que puede en la mejora de su ámbito de responsabilidad y lo que es peor, lo hace impermeable a nuevas tendencias y oportunidades que favorecerían al negocio.

Pecado nº4: No comunicar
Los resultados a conseguir y los resultados conseguidos deben saberse expresar de forma clara, eficaz y concreta a colaboradores, compañeros, superiores y terceros.

Pecado nº5: No considerarse como un centro de beneficio
La excelencia se consigue cuando todo directivo considera su posición como un centro de beneficio y no un centro de coste. Todas las posiciones en la empresa pueden orientarse a aportar más y no solamente aspirar a recortar.

Pecado nº6: No escuchar ni ser humilde
Escucha activa y humildad. La perfección en la gestión solamente se alcanza desde la humildad de reconocer que siempre se puede dirigir mejor y desde la prudencia de tener en cuenta las mejores prácticas ya realizadas.

Pecado nº7: No tener determinación
El directivo excelente es aquel que defiende su visión de negocio y su criterio siendo coherente en sus acciones y en sus consecuencias.

 

 

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