Los retos laborales 2021

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Por Carlos Cadillo Ángeles – Socio del Área Laboral de Miranda & Amado Abogados

Empezamos las columnas de este año comentando cuatro temas que estarán presentes en la agenda laboral. Primero, el hecho de que el estado de emergencia y la emergencia sanitaria sigan vigentes sin certezas de cuándo se levantarán, ante la posibilidad de un rebrote o de una segunda ola, la incertidumbre de la llegada de las vacunas y la nueva variante de Covid-19. Si la situación se agrava, es posible que vayan volviendo restricciones más rígidas, como la cuarentena y la limitación de las actividades económicas. Por ello, es recomendable contar con planes de acción con respuestas inmediatas frente a estas amenazas; buscar oportunidades de flexibilización que permitan actuar y adecuarse a los cambios; y priorizar la seguridad y salud en el trabajo, lo que incluye los planes de vigilancia, prevención y control de Covid-19.

Segundo, el trabajo remoto continuará siendo una forma de seguir laborando para evitar el riesgo de contagio, sea de forma total o de modo mixto o híbrido, es decir, combinado con la modalidad presencial. Estamos ante una figura que nació en marzo pasado, y es importante abordar sus oportunidades de mejora para ofrecer una experiencia positiva y de desarrollo laboral. Seguirán siendo retadores los temas referidos a la organización y la supervisión del tiempo de trabajo, así como el cumplimiento del derecho a la desconexión digital. Al respecto, se pueden explorar nuevas formas de trabajo y de perfiles de puesto, valerse de la ayuda de las tecnologías y capacitar a jefes y empleados, además de monitorear los aspectos de seguridad y salud en el trabajo, entre ellos la salud mental.

Tercero, la tecnología ha sido una herramienta muy útil para afrontar la pandemia. Permitió la gestión del personal (comunicaciones, coordinaciones, capacitaciones, inducciones, supervisión, manejo de datos personales, etcétera), la contratación laboral, el cumplimiento de las obligaciones laborales, las negociaciones colectivas virtuales, la atención de las fiscalizaciones y los procesos laborales virtuales, entre otras funciones propias de una empresa. Todo eso debería derivar en mayores inversiones en tecnología, que suma otras ventajas, como la reducción de costos y tiempo, y el menor impacto al medioambiente.

Y, cuarto, existen negociaciones individuales pendientes, por ejemplo, sobre la compensación de la licencia con goce; negociaciones colectivas abiertas o reclamos colectivos en curso; y también denuncias o demandas laborales presentadas o en curso.

Al respecto, será necesario contar con planes de gestión de manejo de los conflictos laborales. Así, habrá que enfocarse en la prevención y en la adecuada comunicación interna y externa, ya que existen conflictos por escasa o mala información; documentar las decisiones frente a eventuales reclamos y contar con planes de defensa legal; y estar pendientes de las decisiones o resoluciones que emitirán las autoridades laborales respecto de los temas que aparecieron el año pasado: suspensiones perfectas de labores, ceses durante la pandemia, compensaciones de la licencia con goce, responsabilidad respecto al riesgo biológico, entre otros.

Fuente: ElPeruano

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