Home working: ¿Es más eficiente para una empresa el trabajo desde casa?

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Se estima que hay 300 millones de homeworkers en el mundo. En el Perú, sin embargo, aún es una práctica marginal. ¿Cómo se debe aplicar para que mejora la eficiencia de una empresa?

“Usted puede hacer su trabajo donde y cuando quiera … puede incluso sentarse en una silla de playa con un cóctel en la mano, no me importa… siempre y cuando usted consiga los resultados deseados”, escribió Kevin Cruise, colaborador de la revista Forbes.

Las cada vez más avanzadas tecnologías de la información y comunicación han borrado aceleradamente las fronteras, no sólo entre países, incluso también entre la casa y el trabajo. En la práctica, con un teléfono y una laptop, podemos cargar con nuestra oficina todo el tiempo. Conceptos como la necesidad de la presencia física, o incluso la diferencia entre el tiempo de trabajo y el tiempo de vacaciones, van quedando desfasados.

Se estima que actualmente hay más de 300 millones de personas en el mundo que califican como homeworkers. Los hay de dos clases: los que trabajan por cuenta propia, como freelance, y los que pertenecen a la plantilla de una empresa y que realizan desde su casa las mismas tareas que podrían realizar desde una oficina. En el Perú, la mayoría de empresas que aplican esta modalidad de trabajo son multinacionales que ya tienen políticas globales establecidas sobre el tema. Entre las empresas nacionales, generalmente el home working se limita a los niveles gerenciales.

Es de esperarse, sin embargo, que esta tendencia vaya en aumento, dados sus beneficios, tales como:

  • No hay límites geográficos, lo que permite explotar el potencia de alguien que viva incluso en otro país.
  • La empresa ahorra en consumo de electricidad, limpieza, alimentos, etc.
  • Los trabajadores no gastan dinero ni pierden tiempo en movilidades y traslados. Además, esto impacta en una reducción del tráfico urbano.
  • Favorece a personas que sufren alguna discapacidad física y a las madres con hijos recién nacidos.
  • Los trabajadores laboran en un ambiente menos estresante y pasan más tiempo con sus familias.

Todos estos beneficios redundan en mayor eficiencia. Sin embargo, muchos líderes de negocios asumen que los empleados que trabajan de forma remota  se aprovechan de estas políticas y no trabajan realmente. Esto pasa porque muchas veces se pierde la supervisión por parte de los jefes y porque los empleados no están del todo comprometidos con el trabajo.

Para que el homeworking funcione, debe estar sometido a un seguimiento y contar con el compromiso de los colaboradores. Diego Andiarena, gerente de sector privado de la consultora PCG, aporta algunos consejos para aplicarlo:

  • La virtualidad nunca debe reemplazar la presencia real. Es necesario que los trabajadores se presenten de vez en cuando en la oficina. La cercanía es necesaria para construir relaciones fuertes.
  • Hay muchas personas que consideran que el trabajo es su principal actividad social, así que quitárselo podría ser contraproducente. Por eso es necesario que el trabajador esté de acuerdo con trabajar desde su casa.
  • El homeworker debe tener las condiciones necesarias para poder trabajar de una forma cómoda, saludable y efectiva.
  • Es necesario que las personas que van a trabajar desde su casa se comprometan con entregar los trabajos a tiempo, sino podría peligrar la permanencia y los beneficios de esta modalidad.
  • La empresa debe proveer al homeworker, en ciertos casos, con el equipo necesario para realizar el trabajo.
  • Poner a disposición espacios virtuales seguros para compartir datos e información siempre es útil.

Fuente: www.semanaeconomica.com

 

 

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