Este San Valentín enamórate de tu trabajo

1993

¿Recuerdas cuando empezaste en tu trabajo actual? Esas semanas previas llenas de emociones con las entrevistas, y el momento en que recibiste la tan esperada llamada, ¡te han elegido a ti!

Tu motivación por los cielos y la ilusión a tope, no podías esperar para finalmente empezar y demostrar tus habilidades en tu nuevo trabajo.

Al principio todo te parecía muy interesante, ¡incluso la reunión de equipo de los lunes! Pero luego de un tiempo, como le sucede a muchas relaciones, has caído en la rutina y sientes que la chispa se ha perdido.

Aprovechando que es San Valentín queremos darte 4 consejos para revivir la chispa y volver a enamorarte de tu trabajo.

1. Recuerda el primer flechazo

¿Qué fue lo que te enamoró de la empresa y tu puesto de trabajo en primer lugar? Busca la descripción del empleo, el CV con el que aplicaste al puesto, y fíjate en todas las cosas positivas que han sucedido desde entonces. ¿Cuánto has aprendido y evolucionado profesionalmente? Haciendo esto recordarás algunas metas que quizás con el tiempo hayas olvidado. Piensa en los beneficios que te atrajeron a aplicar en primer lugar, ¿todavía te satisfacen o “necesitas un tiempo”?

2. Aplica el “no eres tú, soy yo”

Si le dices esto a tu pareja puede que no te vaya demasiado bien, pero aplicar este principio para tu trabajo puede ser muy beneficioso. Apunta toda las cosas que no te motivan y te gustaría cambiar, piensa en qué acciones puedes tomar para modificarlas. Si no te gusta el proceso de feedback de tus proyectos, ofrece una solución alternativa. Si tu carga de trabajo es muy impredecible, habla con tu superior para encaminarla y poner ciertos límites. Algunas cosas están fuera de tu control, pero otras las puedes solucionar con una conversación.

3. Realiza pequeños cambios

Las rutinas son buenas para ser un empleado efectivo, pero pueden traer de la mano el aburrimiento. Revive la chispa realizando pequeños cambios en tu rutina: dedica un tiempo para aprender cosas nuevas, redecora tu puesto de trabajo, apúntate al gym a la hora de la comida, toma un break en las tardes para despejarte. ¡Un pequeño cambio puede refrescar tu rutina laboral!

4. ¿Necesitas un tiempo para conocer otras personas?

Decidir ir a una entrevista no es lo mismo que decidir cambiar de trabajo. Aceptar hacer una entrevista te puede dar una visión de cómo sería trabajar en otra empresa. Inténtalo y observa como te sientes con la situación. Seguramente tu instinto surja y te diga claramente lo que debes hacer.

Fuente: InfoJobs

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