Empresas sustentables y sostenibles, ¿moda o preocupación real?

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Hace un par de años que muchas empresas, sobre todo las más reconocidas, comenzaron a operar bajo ciertos criterios de sustentabilidad, incluso algunas han transformado los procesos, materiales y la distribución de sus productos, con el objetivo de optimizar sus recursos, pero al mismo tiempo, generando el menor o cero impactos ambientales.

El mundo entero comienza a tomar conciencia de generar un desarrollo industrial más equitativo, lo que implica que las empresas se comprometan con un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y los recursos naturales del planeta.

Básicamente, las empresas sustentables o sostenibles son aquellas que no tienen un impacto negativo en el ambiente global, la sociedad o la economía.

Hertz, Philips, B&Q, Umicore, y Caterpillar son algunas de las compañías que no solo han cambiado su modelo de producción, sino que la filosofía de la empresa. Uno de los principales cambios consiste en que dependan cada vez menos del suministro de los recursos materiales.

Los consumidores exigen a las empresas un actuar responsable en torno al impacto de sus operaciones con el medio ambiente y la comunidad, además, que se comprometan a mejorar las condiciones y calidad de vida de ambos. Prueba de ello, es que en un estudio realizado por Echo Global en el 2013, evidenció que el 91% de los consumidores dijo que cambiaría de marca si otra con precio parecido y de la misma calidad apoyara una causa de impacto social.

En los últimos años varios estudios han comprobado este cambio de mentalidad de los consumidores. Las personas comienzan a modificar sus expectativas de las marcas y las empresas no se pueden quedar atrás. El consumidor sabe que es él quien tiene el poder de decisión, y que al momento de comprar un producto, está votando a favor de la política de una empresa.

Así, ante la gran variedad de productos y servicios, el posicionamiento de una marca ya no lo constituye netamente su imagen comercial, sino que su filosofía, su comportamiento ético, sus valores y su cultura organizacional, pero por sobre todo el impacto social y ambiental en su operar.

Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú señala que “el posicionar una identidad corporativa consistente, también es importante a la hora de buscar y atraer el talento. Pues sabemos que este es un tema complejo, y sobre todo ante la gran competencia del mercado. Ya que el talento quiere trabajar en las empresas reconocidas, con una cultura y filosofía atractiva para su desarrollo profesional y, además que sean responsables con su entorno”.

Velarde agrega que “aquellas compañías que entiendan la importancia del impacto de su operar en el entorno y sepan adaptarse a este cambio de mentalidad, son las que se posicionarán con ventaja a la competencia”.

 

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