El poder del salario emocional

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Salario emocional son las ganancias intangibles y no monetarias que percibe un trabajador por parte de su organización por el simple hecho de estar en ella o bien como una forma de retribuir el cumplimiento de logros.

Este se plantea como una forma de retener el talento, es decir, transformar a una organización en un sitio donde los trabajadores deban pensarlo dos veces antes de marcharse.

Un ejemplo de ello son las ferias de la salud permanentes donde los trabajadores obtengan precios preferenciales para sus familias, o bien capacitaciones a aquellos que se comprometan a poner en marcha un plan de reciclaje institucional; esto ayuda no solo a mejorar su calidad de vida, sino también a su crecimiento personal y profesional.

“El empleador debe ser cuidadoso en el tipo de empleado a quien ofrece este beneficio, antes de ponerlo a disposición debe detectar aquellos individuos capaces de ser líderes, altamente responsables y transformadores de ideas en logros”, indicó Tania Arita, gerente de Manpower Honduras.

Las personas con talento suelen buscar en la esfera laboral aspectos como la pertenencia, el reconocimiento, la realización, el desarrollo profesional, la convivencia y la seguridad.

Otros factores sustantivos distintos al dinero son los que nos permiten motivar a nuestro personal y orientarlo hacia grandes logros; esos son los retos laborales, ya que pasa a ser parte del salario emocional.

Por ejemplo, se puede plantear un bono anual en productos de la empresa a quien marque un récord de ventas o a quienes logren retener mayor cantidad de clientes al año.

Otras remuneraciones no monetarias van desde flexibilidad laboral y horarios adaptables a las necesidades particulares del persona, planes de carrera, oportunidades de promoción, ascenso y desarrollo profesional hasta programas de formación técnica y gestión, procesos de coaching, mentoring, tutoring y programas personalizados para paliar el estrés laboral.

Cuando se planteen opciones para los trabajadores los altos mandos deben dejar siempre en claro las reglas a seguir durante el proceso; por ejemplo, si se entregaran bonificaciones a lo largo del año pueden elaborar un manual de premiaciones y a su lado una lista de deberes a cumplir por parte de los participantes. De esta forma evitan malos entendidos o reclamos posteriores de los participantes en cualquier modalidad.

Fuente: El Heraldo, Honduras
 

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