Diversión en las oficinas

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No es una exageración: casi la mitad de los peruanos (48%), según una encuesta global de Regus del 2011, trabaja de 9 a 11 horas al día. Las oficinas, lugares habituales de trabajo, se convierten así, antes que el propio hogar, en el principal lugar donde la vida diaria discurre.

No sorprende que muchos traten de huir, luego de que el reloj marca las 6 de la tarde, de ese mundo estresante de escritorios, rumas de documentos, computadoras y teléfonos que nunca paran de sonar.

Pero ¿es posible imaginar una oficina con salas para karaoke, toboganes en lugar de escaleras y consolas de PlayStaion?

Lo que parece una imagen sacada de la pura ensoñación es una realidad, que además dejó de ser una extravagancia de países de primer mundo para convertirse en una necesidad de toda empresa que busca crecer.

“Lo que la gente necesita en su oficina es mucho más inspiración, motivación, personalidad, identidad y diversión”, explica Stefan Camenzind, renombrado arquitecto suizo del estudio que lleva su nombre, que se encargó del diseño de las oficinas de Google en Europa y estuvo de visita en Lima.

Evidentemente no se trata de unas cuantas manos más de pintura y mejor mobiliario. Una reestructuración del espacio de trabajo responde, como explica Camenzind, a “los procesos de trabajo, a la gente y la cultura de la empresa”.

A partir de un mejor conocimiento del modo en que se desenvuelve una oficina en su interior se puede construir un nuevo diseño. “Basados en estos análisis detallados, usamos nuestra creatividad para crear oficinas con ambientes que motiven a la gente todos los días en el trabajo (…). Esto no solo es mucho más humano, también creará una energía increíble y motivación en la oficina, dando lugar a mejores resultados y una mayor eficiencia”, agrega.

Las envidiables referencias son las oficinas de Google en Zurich (Suiza) y Estocolmo (Suecia). El ambiente lúdico se impone, pero no siempre debe ser así. Todo dependerá, como se encarga de recordar Camenzind, de la funcionalidad del centro de trabajo que busca aplicar esta nueva visión de oficina.

Dos últimas preguntas surgen al respecto. La primera, que seguro se harán los empresarios: ¿Estamos hablando de algo caro? Camenzind propone diseños costo-eficientes, “para que podamos hacer cambios en unos años cuando las necesidades cambien”. Es decir: materiales que pueden ser reciclados con credenciales verdes, amigables con el ambiente.

El temor al cambio también se plantea como un posible obstáculo: ¿Cómo adaptamos las áreas de trabajo para esta minirrevolución? Camenzind lo resume en cuatro puntos: uno, asegurarse de entender cómo es el ritmo y flujo de trabajo y saber qué se necesita para mejorarlos; dos, involucrar al personal en talleres y encuestas; tres, la gerencia debe liderar el cambio con el ejemplo; y cuatro, fortalecer la comunicación al interior del trabajo.

Cumplido esto, ya verá que después de las 6 de la tarde, nadie querrá irse volando de su trabajo.

 
 
 
Fuente: Publimetro
 
 
 
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