Desafíos del e-learning para el 2012

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El e-learning es una realidad educativa característica de la Sociedad de la Información y del Conocimiento que hace un uso intensivo de la tecnología y que tiene un gran potencial para transformar el aprendizaje, la docencia, la gestión educativa, los contenidos y materiales educativos o la investigación en educación.

En los últimos años, ha habido un enorme desarrollo de la tecnología aplicable a la educación y a la formación y, sin duda, seguirá siendo así en el futuro. En este momento hay ejemplos muy solventes de plataformas y gestores de contenido, aplicaciones de comunicación y colaboración, entornos de socialización del conocimiento (necesarios para crear comunidades y redes), o aplicaciones que sitúan a la formación en un plano estratégico dentro de las organizaciones al vincular sus resultados con los objetivos institucionales. Y todo ello soportado por infraestructuras cada vez más sólidas y dispositivos cada vez más potentes y sencillos de utilizar.

Sin embargo, con el nivel de desarrollo tecnológico actual, el desafío para el e-learning en 2012 (y seguramente a medio plazo) será el aprovechamiento de las posibilidades educativas de la tecnología. Y este es un problema ligado más a los diseños educativos, a las metodologías, a la utilización de los recursos o a los sistemas de evaluación y transferencia de los aprendizajes a la vida personal y laboral. En otras palabras, la tecnología está avanzando mucho más deprisa que la capacidad de innovación educativa que permiten las TIC.

En este sentido, la industria del e-learning debe entender mejor las necesidades de los usuarios y enfocar las soluciones con un punto de vista más creativo, más innovador, más centrado en aprovechar la tecnología para transformar el aprendizaje, la docencia o la propia gestión de la formación. Con demasiada frecuencia, el uso de la tecnología reproduce en versión digital aquello que ya se hacía con tecnologías analógicas o en la educación a distancia tradicional o, incluso en un aula presencial ordinaria.

La combinación de m-learning, contenidos y servicios en la nube, redes sociales y otras herramientas del universo 2.0 abren un abanico de posibilidades desconocidas hasta ahora para la personalización del aprendizaje y el aprendizaje social.

Uno de los grandes desafíos del e-learning es, por tanto, transcender el concepto de educación a distancia o de mero canal que permite el acceso y la distribución de contenido sin limitaciones de tiempo ni de espacio o el ahorro de costes. No hay duda sobre la capacidad del e-learning para hacer esto, pero el reto está en aplicar la tecnología a la educación, no para luchar contra la distancia, ni tratar de competir o imitar la presencialidad, sino para producir soluciones educativas que permitan a los usuarios mejorar su capacidad para acceder, codificar, procesar, compartir o construir conocimiento en entornos mediados por las TIC. No olvidemos que estas son competencias clave en una sociedad como la actual basada en la tecnología y en el conocimiento.

En definitiva, la propuesta de valor del e-learning debe basarse en ofrecer mejoras cualitativas en cualquiera de los ámbitos de aplicación (aprendizaje, docencia, gestión de la formación, etc.) y en cualquiera de las modalidades (incluyendo distintos grados de presencialidad).

Si la tecnología permite al usuario crear contenidos, publicarlos en su blog, en Twitter, en redes profesionales (abiertas o corporativas), contrastarlos con otras fuentes o con otros profesionales, obtener valoraciones en tiempo real, etc., aprovechemos estas oportunidades. El punto de partida debe ser el usuario y su capacidad para generar conocimiento (no solo para consumir información) utilizando la tecnología. Este es el enfoque que hará del e-learning una solución realmente útil para personas que viven y trabajan en un entorno cambiante que requiere una actitud activa y un uso efectivo de las TIC.

 

Fuente: americalearningmedia.com

 

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