La minería es la industria que mejor amarra a sus gerentes, pero también la más selectiva al elegirlos. No cualquiera puede estar al mando de un proyecto de mina y son incluso menos los que cuentan con el perfil para dirigir una compañía completa. Se trata de un mar de profesionales con insignias de MBA y un feroz ímpetu por ingresar a una atmósfera de rudeza. Las habilidades de liderazgo y los años de experiencia, en ese orden, determinarán quién será el elegido.
“A medida que se sube en la pirámide de cargos, las habilidades blandas cobran importancia: liderazgo, capacidad de ejecución, resolución de problemas”, revela Guillermo Winter, director de Head Hunters Perú.
Winter destaca que este año, debido a la caída del precio de los metales, las mineras están cesando los contratos del personal, no sumando nuevos profesionales a sus filas.
“Estamos en época de vacas flacas. Cuando los precios están bajos, hay menos proyectos viables. El hecho de iniciar uno nuevo implica un largo periodo de inversión en el que no se verán ingresos sino hasta después de muchos años”, agrega.
Se busca gerente
Según Winter, el proceso de selección de un gerente de minería se inicia identificando a los candidatos que cumplan con los requerimientos de la minera. “Para estas empresas, valen mucho la experiencia y los conocimientos, no se preocupan tanto por la edad o lo académico”.
La primera fase agrupa un promedio de 25 candidatos. Un 90% de ese total proviene de la misma industria. “No se busca un candidato para que aprenda, se espera que el sujeto se siente y empiece a producir”.
El descarte empieza por la carencia de habilidades básicas, como el dominio del idioma inglés en los currículos de los elegidos. “Cuando solo quedan 18, se les invita a una primera entrevista personal hasta reducirlos a ocho”.
Una minería sensible
¿Cómo se mide el liderazgo? Para Winter, el dueño del puesto será el que mejor se desenvuelva en situaciones de la cotidianidad minera. Las compañías cazadoras de talento tienen divisiones que verifican que el liderazgo profesado en la entrevista personal sea real. Se llaman centros de evaluación y en ellos se plantean casos a los profesionales para observar su reacción.
“Vamos valorando las conductas y hay algunas que claramente evidencian la competencia del liderazgo”. Se evalúan la capacidad de negociación del individuo, su forma de organizar al equipo y su habilidad de planificación.
Fuente: Diario Gestión
