Cuatro mitos de la motivación laboral

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Tres de cada diez jefes creen que sus trabajadores no se sienten motivados en su entorno laboral. Así se desprende de un estudio realizado por la empresa de trabajo temporal Unique, perteneciente al grupo USG People. Sin duda, esta es una de las asignaturas pendientes de los directivos. No es una tarea fácil y además suele estar rodeada de mitos.

`CNN Expansión´ recoge los cuatro mitos que son comunes en todas las empresas respecto a la motivación de las plantillas:

  1. Sólo funciona el dinero.. Se piensa que una vez establecido el salario ya no es necesario valorar las necesidades extra-laborales, familiares y de calidad de vida del empleado. O bien, que es el único incentivo que mejora el desempeño laboral. Esto es falso. Aunque el incremento salarial nunca está de más, no es el único factor que motiva. Hay prestaciones que son muy importantes para el empleado y no requieren de un gran desembolso, como el reconocimiento personalizado e inmediato. Esto representa el llamado salario emocional, que permite generar lealtad y compromiso.
     
  2. Los problemas se resuelven solos. Sin importar la cantidad de empleados que se tenga los problemas entre estos se resuelven por arte de magia; podría pensar el jefe de la organización. Pero dejarlos pasar puede traer graves consecuencias. Esto es un mito, ya que las dificultades dentro de una empresa son inevitables y si no se resuelven a tiempo resulta contraproducente, porque repercute en la productividad y en el ambiente laboral.

    Generalmente, el área de Recursos Humanos es la responsable de conciliar e integrar en situaciones complicadas, sin embargo no todo se puede dejar a este departamento, es necesario que los jefes directos mantengan la comunicación con sus empleados y analicen todas las vertientes del problema para poder enfrentarlo y darle una solución.
     

  3. Capacitar ¿para qué? Hay muchos jefes que consideran que invertir en un empleado, a través de cursos y otras herramientas, es una arma de doble filo porque una vez que la persona aprende todo lo necesario suele buscar otro trabajo y se va antes de retribuir esa capacitación. Sin embargo, tener a un empleado con mayores conocimientos siempre es positivo para el negocio.
     
  4. Los inteligentes no necesitan motivarse. Si los trabajadores entregan buenos resultados significa que están contentos en la empresa y que no hay que preocuparse por ellos, es mejor poner atención a quienes realmente necesitan ayuda para desarrollarse. La realidad es que el talento, entendido como personas que marcan la diferencia y suelen entregar bueno resultados, es un recurso escaso que no se debe descuidar.
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