Consideraciones antes de seleccionar soluciones tecnológicas para proyectos de formación corporativa

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¿Qué cuestiones debe tener en cuenta una empresa antes de seleccionar soluciones tecnológicas para proyectos de formación corporativa? Responden siete especialistas iberoamericanos al portal americalearningmedia.com

Es importante tomar en cuenta el proyecto como un todo y tener una visión estratégica de largo plazo. La consigna es identificar cómo podemos montar un sistema que nos retroalimente y permita que la organización efectivamente se despliegue y crezca en base al desarrollo individual. Esto se logra con un buen modelo de gestión de conocimiento, que elimine el anonimato y promueva la meritocracia en la organización. Por eso recomiendo tener claro estos elementos antes de definir con qué solución tecnológica se abordarán los procesos formativos en una empresa. Así se expresó Max Grekin, CEO de la compañía chilena SKM, al ser consultado por America Learning & Media.

Por su parte, las socias directoras de Net Learning, Nancy Piriz y Susana Trabaldo, destacaron que el primer paso siempre es analizar si la organización cuenta con los siguientes requisitos imprescindibles: recursos humanos y financieros. “En el área de recursos humanos, necesitará contar con diversos perfiles capacitados para organizar un equipo de formación virtual competente: líder de proyecto, tecnólogo, diseñador instruccional, profesores y tutores. También es importante analizar las experiencias previas en formación de la organización y los destinatarios de la misma. Con respecto a lo financiero, se deberá considerar un gasto inicial para adquirir de tecnología y formación. Este gasto es una inversión recuperable en el futuro, por el ahorro que implica la formación virtual (traslados, tiempos, etc)”, comentaron las especialistas.

Coincidiendo con este punto de vista, Randolf Kissling, CEO de Aura Interactiva, sostiene que hay que considerar la infraestructura tecnológica (red, ancho de banda y hardware necesario), la infraestructura humana (personas capaces de dar seguimiento a los programas de formación), y en términos de gobierno corporativo, si se tienen los incentivos necesarios para el personal a fin de alinearlos con formación tecnológica.

Para Marcos Fontela, es necesario entender claramente el caso de negocio. “Por caso de negocio, me refiero a entender y consensuar con los actores más importantes de la organización qué es lo que se busca con la utilización de soluciones tecnológicas. Y entender y consensuar si los actores involucrados están dispuestos a hacer algunos sacrificios (económicos, pero también de muchos otros tipos) para lograr lo que buscan. Implementar soluciones tecnológicas no es gratis: se perderán algunos beneficios que otras modalidades permitían, se modificarán ciertos procesos de trabajo, se deberán sumar nuevos actores….  Tener en claro el mapa de influencias en el proceso y consensuar con cada una de ellas, es crítico”, advirtió el CEO de AXG Tecnonexo.

“El principal objetivo es la definición de nuevas estrategias de generación de contenidos de aprendizaje, que permitan mejorar la eficiencia de los mismos, aumentando su eficacia pedagógica, recortando costes de producción y permitiendo su reutilización dentro de una creciente producción de materiales optimizados y gestión del ciclo vital. Para lograr esto en las organizaciones grandes, uno de los principales problemas es la rápida evolución de los formatos y dispositivos, posiblemente utilizados para el envío de aprendizaje a la tierra en la actualidad y los mercados digitales del mañana”, opinó Fabrizio Cardinali, CEO de eXact learning solutions, empresa especializada en la provisión de soluciones de mobile learning.

El director de e-ABC, Carlos Biscay, enunció que se debe efectuar análisis adecuado de consultoría, que permita responder a las necesidades y objetivos de cada organización interesada en desarrollar un proceso de gestión del conocimiento empresarial. “Es vital preguntarle al cliente si precisa una plataforma sencilla de administrar y utilizar; una solución con grandes posibilidades de integración a sus sistemas de autentificación de usuarios, RRHH o bases de datos corporativas; una herramienta con diversidad de configuración y funcionalmente modular; o si simplemente desea que sus usuarios se autentifiquen para navegar los contenidos SCORM y luego obtener sus reportes de seguimiento. Luego de obtener estas respuestas, será el momento de evaluar los sistemas que resuelvan los requerimientos identificados y proponer opciones al cliente”, aconseja el experto.

“El proveedor debe tener la capacidad, el conocimiento y la experiencia suficiente, para poder acercar al cliente las opciones más ajustadas a sus objetivos y realidad contextual, y explicar con claridad los pros y contras de cada uno, para acompañar la toma de decisión”, añadió Biscay.

Roberto Hernández Soto, apunta que antes de comentar las cuestiones más relevantes para realizar una selección, se debe señalar un aspecto clave que muchas veces las organizaciones olvidan: el potencial de transformación de las TIC.

“Las tecnologías de la información y la comunicación son capaces de transformar los campos a los que se aplican de una manera desconocida hasta el momento. Este potencial de transformación se hace evidente cada vez en más facetas de nuestras vidas, de manera que está cambiando nuestra manera de consumir, de viajar, de relacionarnos con el mundo y con los demás; y está cambiando nuestra manera de trabajar, de participar en la economía, en la política o en la cultura. Por supuesto, el aprendizaje y la formación corporativa no se quedan al margen de estos cambios”, consideró el profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

“Sin embargo, es relativamente frecuente que cuando una organización se plantea introducir soluciones tecnológicas en sus procesos de formación, se centre en la tecnología y no en su poder de transformación. Esto supone asumir un enfoque meramente instrumental que reduce considerablemente las posibilidades de éxito, el aprovechamiento del potencial de las TIC y, finalmente, el alcance de los resultados dentro de la organización”, agregó el ex responsable de innovación y TIC aplicadas a la formación de la Junta de Castilla y León.

Una vez asumido que la formación corporativa con soporte en las TIC es algo más que una mera introducción de herramientas, aplicaciones, dispositivos o conexiones, Hernández Soto manifestó que es el momento en el que deben plantearse diferentes aspectos:

1º Contar con el apoyo de la dirección de la organización, en cuyo caso, es muy probable que se disponga de los recursos (económicos, humanos y materiales) y de las condiciones favorables (cultura enfocada a la innovación, flexibilidad laboral y organizativa, sistemas de reconocimiento y participación, sistemas de carrera profesional, etc.) para asegurar el éxito de la iniciativa.

2º Centrarse en los recursos que van a ser necesarios, analizando previamente el equipo de personas y las infraestructuras y equipamientos disponibles, para asegurar una buena gestión del ciclo de vida de la tecnología seleccionada, y qué tipo de costes genera. Es necesario plantearse cómo incide esa tecnología en la estructura de costes de la organización ya que puede generar costes fijos, costes variables o introducir nuevos costes en la organización. Estas variables van a orientar la decisión que se tomé hacia soluciones de outsourcing o hacia proyectos de desarrollo interno.

3º Un aspecto de carácter más operativo es el nivel de uso de la tecnología en otras áreas de la institución: administración, finanzas, producción, marketing y comunicación, etc. Esto ayudará a introducir tecnología con un nivel de complejidad similar al que las personas están acostumbradas a utilizar y, por tanto, se reducirá la probabilidad de resistencia ante un cambio en los sistemas de aprendizaje.

4ºConsiderar el rol que se va a asignar a la tecnología dentro de la formación corporativa, es decir, qué usos se le va a dar. No es lo mismo plantearse una simple distribución de contenidos que una formación basada en la interacción y la colaboración entre los participantes. Los requerimientos de las herramientas y los aspectos formativos y organizativos que hemos comentado anteriormente son completamente distintos.

“En definitiva, no se trata solo de tecnología, sino de una oportunidad para adoptar un nuevo enfoque del aprendizaje y la formación corporativa que, con soporte en las TIC, sea capaz de impulsar la estrategia y contribuir a mejorar los resultados personales y organizativos”, precisó Roberto Hernández Soto.
 
 

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