¿Cómo controlar el odio hacia un trabajo?

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Las organizaciones en el mundo, cada día, están apostando por generar un mejor clima laboral para sus colaboradores. Pero “no siempre se puede tener a todos contentos, existen empleados que odian su trabajo, su compañía, su jefe y no pueden renunciar porque necesitan el trabajo”, afirma Alison Doyle en su artículo “What To Do When You Hate Your Job”.

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Si a pesar de todo siente que sus labores solo generan molestia existen algunas recomendaciones para poder controlar el odio hacia el trabajo:

  1.  Mantener la discreción.
    Es importante que nadie en su organización sepa que usted tiene ese tipo de sentimientos hacia su trabajo. Nunca se debe publicar en las redes sociales que no está feliz en su empleo, porque la persona equivocada podría hacer llegar esa información a su empleador y ocasionar una desvinculación inmediata.

    Lo ideal en estos casos es no perder el trabajo antes de empezar a buscar uno, se debe planificar estratégicamente su salida de la empresa.

  2. Le puede pasar a cualquiera.
    Este tipo de situaciones le puede pasar a cualquiera y se genera porque no era el trabajo que se esperaba. O, el jefe o los compañeros son problemáticos. Tal vez no le gusta el horario o sus clientes, o lo que sea.

    Existen organizaciones que, justamente, velando por el bienestar de sus trabajadores desarrollan movimientos horizontales dentro de la compañía para que los colaboradores talentosos puedan pasar a otra áreas, pero solo si vale la pena retener al colaborador.

  3. Alternativas varias.
    Si eres consciente de que la empresa donde estás trabajando es una de las mejores del mercado, pero no te sientes cómodo, lo mejor es considerar alternativas que te permitan mantenerte en la organización como solicitar una transferencia, un cambio de turno, desarrollar nuevas labores, algo que marque la diferencia para que te quedes.
  4. Renunciar con clase
    Si hiciste todo lo posible por arreglar la situación y nada ha mejorado, lo mejor es dar un paso al costado, no se puede forzar la empatía entre un trabajador y el trabajo.

    Por eso se recomienda renunciar con elegancia, dando aviso de la decisión con varias semanas de anticipación. Ofrécete a proporcionar ayuda durante la transición y deja los proyectos ordenados. Tu imagen como profesional está en juego.

  5. Preparar la búsqueda de empleo.
    Si no hay manera de que te quedes, está bien. Es mejor hallar un empleo donde te sientas cómodo. En esta etapa debes actualizar tu perfil de LinkedIn, tu hoja de vida, obtener referencias alineadas, construir tu red de contactos con todos los conocidos.

    En la actualidad la mayoría de trabajadores pertenecen a los millennials, profesionales que no le temen a los cambios y que buscan empleo mientras están trabajando. En ese sentido las empresas deben estar pendientes para atraer y retener a los más talentosos.

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