10 herramientas para motivar a sus empleados

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Son muchas las situaciones en las que un emprendedor o un directivo puede verse en la necesidad de animar a su equipo. La intención puede ser expresar un halago por el trabajo realizado, aumentar la productividad, reducir los gastos de la empresa o conseguir que los distintos departamentos cooperen entre sí.

Es por esto que enumeramos una lista de 10 herramientas que se pueden utilizar para animar a los trabajadores:

  1. Alagar el buen trabajo. Según explica Diana Booher en su clásico bestseller Discursos para todas las ocasiones, es necesario que el empresario se dirija directamente a cada uno de sus empleados (con nombre y apellido) y comente en público el esfuerzo realizado. Por otro lado, “hay que tener cuidado de no dirigirse durante la intervención a unos trabajadores sí y a otros no ya que esto puede fomentar la rivalidad entre compañeros”.
  2. Ser claro y concreto. A la hora de elaborar un discurso es preferible concentrarse en un objetivo y destacar un único punto primordial. De esta manera, a los empleados les quedará más claro cuál es su labor y qué tienen que hacer.
  3. Utiliza ejemplos. Además de ser una de las técnicas más utilizadas para fijar la atención del auditorio, facilita la comprensión de las ideas que se quieren transmitir. Diana Booher asegura que los ejemplos pueden tomarse de la vida real o de la actividad cotidiana de la empresa. 
  4. Entrada impactante. El comienzo es una de las partes fundamentales del discurso. De él dependerá la atención del auditorio así que hay que poner mucha atención a la hora de plantearlo y de pronunciarlo. 
  5. El tiempo. Controlar el reloj es otra de las claves de toda arenga. Si el discurso es excesivamente largo, puede acabar aburriendo al público y, si es corto, puede no dejar claros los objetivos de la reunión. Según Booher el discurso debe tener una duración que oscile entre los tres y los 30 minutos. 
  6. Sentido del humor. Es un recurso básico. Puede utilizarse en la entrada del discurso, para captar la atención de los trabajadores, o durante su desarrollo, para que mantengan el interés. Basta con introducir un chiste o broma que esté relacionado con el tema a tratar. 
  7. Fomentar el trabajo en equipo. En los discursos que tienen por objetivo motivar a un equipo de trabajo es muy útil utilizar enfoques del tipo “estamos juntos en esto”, “podremos conseguirlo”, etc. De esta manera se transmite lo necesarios que son los empleados para la empresa y la confianza depositada en ellos.
  8. Insertar preguntas sin respuesta. Es también muy útil para mantener la atención utilizar interrogantes y preguntas retóricas del tipo “¿qué ha cambiado?”, “¿cómo podemos mejorar?”, etc. De este modo se invita a que los empleados piensen y se sientan parte de la empresa y de la situación en que se encuentra.
  9. Utilizar un tono optimista. Es importante que, durante el discurso, el directivo dé ánimos a sus empleados. Para ello, puede utilizar frases en las que se reconozca claramente que el trabajo se está haciendo bien, que los objetivos se van cumpliendo, etc. 
  10. Aclarar dudas. Al finalizar el discurso es conveniente dejar un tiempo para que los empleados realicen preguntas. Siguiendo la misma línea de complicidad utilizada durante la intervención, el empresario debe contestar todas las cuestiones y no utilizar evasivas para huir de los asuntos más espinosos.
 
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