Programas trainee: ¿Cómo formar al talento a la medida de su organización?

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Contar con profesionales con competencias y talento adecuado para ocupar posiciones estratégicas es un reto constante para las empresas. Atraer personas con ese perfil resulta complejo si se tiene en cuenta la competencia por el talento y las necesidades específicas que cada organización requiere.

Para superar ese desafío se están explorando nuevas estrategias. Entre ellas, existe una que formula una solución que parece bastante obvia y acaso por eso es la más efectiva: antes que buscar al talento idóneo fuera de la organización propone desarrollarlo dentro de la empresa, acorde con las características y necesidades de la organización. Esa es, en esencia, la propuesta de los programas trainee o programas élite de formación de talentos.

Desde esta perspectiva, entonces, el objetivo de los programas trainee de gestión del talento es proveer a la organización de jóvenes profesionales –con alto potencial de desarrollo y desempeño– para ubicarlos en las diferentes unidades de negocio, áreas de servicio o empresas de la corporación. Asimismo, es una estrategia que apunta a fortalecer los planes de sucesión.

«En la experiencia laboral que he tenido junto con mi equipo de trabajo hemos podido desarrollar tres tipos de programas. Uno es el Trainee Ejecutivo, orientado a los profesionales titulados no mayores de 35 años con experiencia laboral y maestría. Otro es el Trainee Profesional, para titulados no mayores de 30 años con experiencia laboral y estudios de especialización. Y finalmente el Young Professional, para egresados no mayores de 25 años», señala Sergio Da Costa, Gerente Corporativo de Gestión de Personas y Relaciones Institucionales de Redondos.

 

Están también los procesos integrales de incorporación de estudiantes destacados para las posiciones de liderazgo de la organización.

«Se busca de este modo que las posiciones críticas dentro de la organización sean tomadas por personal joven, activo, previamente entrenado, acondicionado a la cultura y clima organizacional. El objetivo es generar aportes a los procesos y sistemas dentro de las áreas de competencia de los nuevos líderes», sostiene Yuri Rengifo, Gerente de Recursos Humanos de SMP Courier Servicios Postales y Logísticos.

El proceso
Cualquiera que sea el tipo de programa, de lo que se trata es de, en primer lugar, identificar a jóvenes profesionales talentosos con alto potencial que sean afines con la cultura organizacional. Luego, desarrollarlos al interior de la organización a través de una potente inducción, procesos de entrenamiento, capacitación constante y acompañamiento a través de un mentor.

Como es una estrategia de gran interés para la firma los programas trainee son bastante particulares, sobre todo si se compara con los demás procesos tradicionales de gestión del talento. Desde el comienzo, el proceso de selección destaca por ser muy especial y riguroso, debido al perfil que se busca cubrir; pero también porque la organización, cuando se propone contratar trainees, asume un compromiso con ellos con respecto al desarrollo de sus competencias y capacidades en un corto plazo; lo cual redundará de manera positiva para la empresa.

Si en el proceso de selección tradicional se busca cubrir vacantes requeridas internamente atrayendo a los mejores candidatos, en los procesos de selección para los programas de trainee no hay una o varias vacantes que cubrir, sino se busca de manera activa a candidatos que en un «futuro cercano» podrían ocupar posiciones críticas de liderazgo dentro de la empresa. Además, se dirige solo a los postulantes que destacan por sus mejores réditos académicos.

«El Trainee es más proactivo y se enfoca en la búsqueda del talento potencial y, en menor medida, en la capacidad técnica actual. Se enfoca más en el desarrollo de competencias de los candidatos en el futuro que en el aquí y ahora», anota Yuri Rengifo.

El reclutamiento
Se puede decir que el proceso de selección nace con el reclutamiento, para el cual se pueden utilizar diversas fuentes: comunicación interna (correo interno, página web de la empresa, murales, etcétera); publicación en principales medios de prensa escrita así como en redes sociales; oficina de proyección laboral de universidades de prestigio; escuelas de post-grado de prestigio; entre otras alternativas.

Luego, Sergio Da Costa señala que los candidatos elegidos en la etapa de reclutamiento pasan a una siguiente, de mucha interacción con la organización. En esta fase es común ejecutar un conjunto de pruebas y simulación de un caso lo más próximo posible a la realidad del puesto de trabajo que cubrirá el trainee (Assessment Center).

Se recurre también a las dinámicas grupales para medir las competencias que con otras pruebas no es posible evaluar. No pueden faltar las entrevistas individuales y evaluaciones psicológicas desarrolladas por el equipo de Gestión de Personas de la organización.

«Los finalistas resuelven un caso real de la organización (Business Case), lo presentan frente a un jurado conformado por líderes de primera línea de la organización», detalla Sergio Da Costa.

El proceso implica un gran reto para el candidato. De otro lado, es muy importante la capacidad de observación del equipo seleccionador, que debe ser multidisciplinario.

Capacitación y desarrollo
Los que finalmente son elegidos ingresan a un programa de formación que debe desarrollarse desde el primer día en que empieza la inducción, la cual debe ser profunda y durar un tiempo específico. Enseguida, refiere Sergio Da Costa, el trainee pasa por un período de pasantía por distintas posiciones afines a los intereses del participante del programa. Al finalizar el proceso de entrenamiento y conocimiento de la organización, se asigna a la persona un puesto de trabajo en la que podrá desarrollarse en la empresa.

«Los profesionales de la organización que participan de este programa de Trainee serán desde el líder de Formación de Talento o encargado de capacitación, líderes de las diversas áreas, especialistas de cada subproceso, capacitadores, mentores, coach y monitores de los aspirantes o candidatos», indica Yuri Rengifo.

Como se puede deducir, los programas trainee son para aquellas empresas que ya tienen cierta madurez y experiencia en la gestión de personas. A decir de Sergio Da Costa, se debe recurrir a los programas trainees cuando la organización se encuentra lista y dispuesta para ello, es decir cuando cuenta con una cultura organizacional sólida, con estructuras/organigramas claros y presupuestos definidos para este tipo de programas. «Ya que contar con trainees dentro de la organización, implica que la empresa asume el compromiso de formar a un grupo de personas que tienen un perfil identificado como talentoso para la organización», añade Da Costa.

Es importante insistir en que se debe tener muy clara e identificada la cultura organizacional, porque la persona a contratar debe poder encajar en ella.

El momento idóneo
Ahora, el momento para recurrir a estos programas trainee es cuando la organización anticipa que no va a contar con el suficiente número de líderes para ocupar posiciones críticas. Otra razón para echar mano de estos procesos de desarrollo es cuando se desea inyectar nuevas energías, estrategias, dinamismo y cultura a la organización con personal joven, activo, competente, entrenado y capaz, que podrán ser desarrollados a la media de la organización.

Las empresas que finalmente logren desplegar un programa exitoso estarán en capacidad de proporcionar a la organización personas muy ávidas de aprender, escuchar, ayudar y muy orientadas a logro. Pero, sobre todo, de aportar profesionales con talento que se ajustan a las necesidades particulares de la organización, perfil muy difícil de conseguir en el mercado laboral.

«Es una buena alternativa para contar con un personal competente, customizado y a la medida de la organización; que conoce los procesos, sistemas, cadena de valor, operaciones, cultura, estrategias de liderazgo y clima organizacional», asegura Yuri Rengifo

Por otro lado, la presencia de trainees motiva a quienes lo rodean favoreciendo la productividad laboral en general de la empresa. Otra virtud de estos programas es que, como se ha señalado, apuntala el plan de sucesión de la organización.

Pero, ¿para qué tipo de posiciones se recomiendan los programas trainee? En opinión de Yuri Rengifo, estos programas se podría utilizar, en general, para las posiciones críticas de la organización que requieran una especialización puntual para el desarrollo de sus tareas y funciones, así como para las posiciones de liderazgo de mando medio o las de posiciones de dirección dentro de la organización, dependiendo del tamaño y alcance de la empresa.  

«Son personas dúctiles, que pueden estar en procesos productivos, comerciales, de análisis, etcétera; pero, necesariamente, deben estar cerca a la estrategia de la empresa y para ello la primera línea gerencial es importante, así como los canales de comunicación que se deben implementar hacia ellos», complementa por su parte Sergio Da Costa.

Hay que tener en cuenta que son personas que deben ser retroalimentadas constantemente a fin de que tengan claro hacia dónde van, cuál es el impacto de sus funciones, cuál es la percepción de la organización acerca de ellos y, sobre todo, cómo está la empresa en general.

Aspectos relevantes
Para que el programa funcione y, a la vez, asegure la fidelidad de los trainees hacia la empresa, Sergio Da Costa plantea  abordar el tema desde dos perspectivas. En primer lugar, con respecto a la organización, el programa debe nacer y ser apoyado desde la gerencia general. Asimismo, debe contar con el compromiso de la alta dirección para la formación de los trainees y se debe asignar un responsable del programa y mentores para cada trainee.

Al implementarse estos programas debe existir un alineamiento y convencimiento de la organización, en especial de la alta dirección, para poder llevarlo hacia delante y que genere los frutos deseados.

«En segundo lugar, con respecto al trainee, es indispensable alcanzarle información clara, específica y cumplir con lo ofrecido hacia él. Las condiciones de trabajo deben ser atractivas y la formación continua. También deben tener una línea de carrera en la organización, con base a objetivos medibles y alcanzables», explica Da Costa.

Ciertamente, en todo el desarrollo del programa se deberán crear estrategias de retención y fidelización de los postulantes tomando en consideración los intereses colectivos e individuales de este grupo generacional.  

Para garantizar el éxito del proceso de formación es esencial desarrollar indicadores de servicio para medir la atención de las áreas hacia el trainee. Hay que asegurarse de que se evalúe y brinde feedback constante; que se establezcan metas y presentaciones de planes de mejora que deben desarrollar los trainees. «Si bien se trata de un plan de formación, se deben analizar los resultados o impacto del trainee en el área en la que desarrolló su pasantía», agrega Sergio Da Costa.

Por último, demás está decir que se necesita contar con un presupuesto específico que haga sostenible el programa.

Empresas locales
No son pocas las empresas locales que han incorporado este tipo de programas de gestión de talento. En especial se aprecia un mayor interés de las empresas que tienen desarrollada su marca-empleadora. La ventaja para una empresa de desarrollar la marca-empleadora es que puede atraer de manera más natural al talento que requiere la organización.

En particular, son las empresas medianas y grandes las que están desplegando los programas trainee. «Igualmente, en algunas entidades públicas se desarrollan con éxito este tipo de programas desde años atrás; todos estas empresas han comprobado la efectividad y éxitos de este programa», considera Yuri Rengifo.

Las perspectivas que gozan los programas trainee en la plaza local son interesantes, particularmente porque se percibe en las empresas un gran esfuerzo por dinamizarse, crecer y ser sostenibles en el tiempo. Sin duda, la única manera de conseguirlo es contando con las personas correctas para ello.

«Más empresas, conforme vayan mejorando la gestión de personas en su organización, van a estar listas, en un momento dado, para llevar adelante los programas trainees», afirma Sergio Da Costa.

La exigencia del mercado por contar con líderes capacitados, entrenados, fidelizados, que conozcan el negocio desde todos los ángulos también está avivando el interés por las nuevas formas de gestión del talento.

«Si tenemos en cuenta que los programas trainee están garantizando buenos resultados a las empresas que lo adoptan, sin duda, más organizaciones seguirán implementando esta nueva alternativa» finaliza Yuri Rengifo.

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