«El talento es intrínseco al ser humano y puede ser detectado solo con el lenguaje analógico»

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¿Qué es el talento y cuál es su naturaleza?

Existe un concepto dominante que concibe al talento como algo que se adquiere y que tiene que ver con la adquisición de conocimiento e inteligencia. Desde este punto de vista, el talento es resultado del esfuerzo para adquirirlo y del entrenamiento para desarrollarlo.

Detrás de este concepto subyace la concepción filosófica que plantea que todas las personas somos iguales, por lo tanto cada uno de nosotros puede hacer cualquier cosa igual de bien. Pero, tendrá mejores resultados el que realice el mayor esfuerzo. Entonces, la gente compite gastando energía para adquirir mayor capacidad. Este es el concepto tradicional.

¿Esta concepción está cambiando?

Ha evolucionado, a medida que se ha ido explorando la naturaleza humana y a partir de ciertas interrogantes que el concepto tradicional no ha podido explicar. Por ejemplo, está el hecho de que los avances tecnológicos y científicos, por ejemplo, han sido imaginados por los grandes creadores casi sin ningún esfuerzo.

Surge, entonces, un nuevo concepto de talento, que la define como una capacidad inherente a la persona y, por lo tanto, no hay que adquirirlo, porque es intrínseco a ella. Simplemente hay que darle el espacio de libertad para que aflore.

Entonces, todos tenemos talento en algo…

Todos tenemos el mismo talento de especie, pero que difiere de una persona a otra. Todos tenemos talento humano, pero que no es igual en cada persona.

Las personas no somos iguales, sino semejantes; lo que quiere decir que todos podemos hacer de todo. Pero hay cosas que una persona –por su propia naturaleza– está en condiciones de realizarlas mejor que otras. Tenemos una tendencia natural, un talento que nos hace idóneo para el cumplimiento de determinadas tareas y funciones.

Este es el concepto que manejamos en Arqueología del Talento, y el término «arqueología» alude precisamente a que hay que desenterrar el talento y sacarlo a la luz.

¿Existen varios tipos de talento?

Sí. El concepto de talento no tiene que ver solamente con inteligencia, también con el movimiento (por ejemplo, de los deportistas), con la comunicación-emoción y la creatividad. El talento vinculado a la inteligencia y al movimiento operan con un lenguaje cerebral diferente, que es el lenguaje digital, un lenguaje descriptivo, y que se posiciona en el tiempo y en el espacio. La comunicación-emoción y la creatividad tienen que ver, más bien, con un lenguaje analógico.

¿Y es posible detectar esas cualidades innatas?

El talento es un patrón de capacidad interno, es invisible a los ojos. Solo se puede ver bajo ciertas condiciones. Para eso, en lugar de utilizar la razón, que es la herramienta de la inteligencia (y que al final lo que brinda es una opinión), hay que recurrir al lenguaje analógico. Una persona puede demostrar, por su experiencia y sus títulos académicos, que es, por ejemplo, un economista; pero tal vez en esa profesión no está su talento, porque es algo que ha adquirido y no es innato.

¿Qué es el lenguaje analógico?

Para determinar el talento es necesario trabajar con el lenguaje analógico, que es inductivo, global e integrador. Es el lenguaje del símbolo. A través de este se puede identificar a las personas con un símbolo (que puede ser un animal, una planta, un objeto, etcétera) que revele las propiedades y la capacidad de su talento.

Por lo tanto, para verse uno mismo sin engañarse, sin condicionarse por opiniones de otros o de uno mismo, es necesario suspender la razón.

¿Y cómo se logra eso?

Entrando en estado de trance, vía la  hipnosis que es una técnica que tiene base científica. Así se anula el lenguaje digital, para que queden suspendidas todas las creencias y opiniones que se tiene de uno mismo o del candidato que se está evaluando.

En este estado, las personas ven las cosas de otra forma. Se ingresa al ámbito del leguaje analógico, que es simbólico y metafórico. Es el lenguaje que utilizamos en el sueño, y se manifiesta por medio de semejanzas. Por ejemplo, al decir que  una persona está «hecho un tigre», estamos utilizando el lenguaje analógico y sabemos qué significa.

A través del trance vamos al inconsciente, y acá es donde podemos ver la mejor representación que hace cada persona de sí mismo. Al navegar una persona a través de su inconsciente, lo que logramos es que vaya hacia su talento, que genere un símbolo que manifieste su capacidad idónea, esa que lo hace un maestro por naturaleza en determinado tipo de funciones.

Una vez que se obtiene el símbolo, solo hay que analizar qué características tiene, qué capacidades, qué utilidades. Es decir, se traduce al idioma digital.

El talento es esa capacidad que te liga a una vocación, y esa vocación te da un sentido de vida.

Eso tiene implicancias importantes para la gestión de personas…

Si se puede determinar cuál es el talento innato de las personas, podemos conducir  al recurso humano hacia aquellas las empresas y proyectos donde pueden dar su mayor aporte. Eso se puede complementar con un conocimiento apropiado y algunas experiencias y habilidades idóneas.

¿Las empresas y organizaciones pueden reconocer el talento que necesitan a través de esta metodología?

Sí, pero en este caso hay que entender que talento no quiere decir encontrar al mejor, sino a la persona adecuada que necesita la organización.  Permite reconocer qué es lo que la empresa necesita y, luego, utilizar esta metodología para detectar a las personas idóneas.

¿Se debe aplicar esta metodología a todos los colaboradores?

En los procesos masivos, en las que no se requieren personas especialmente cualificada, no es tan necesario. Por ejemplo, si se requiere contratar cajeros para un supermercado, no es una herramienta que se tenga que utilizar necesariamente. Para puestos claves, donde no se sabe a quién elegir, porque todos los candidatos son igual de buenos, ahí es donde aporta más esta herramienta.

Hay que señalar que esta es una técnica complementaria a las que existen. Es una herramienta que enriquece los procesos de selección, porque permite ver eso que es invisible a los ojos.

Finalmente, ¿está adquiriendo importancia este tipo de herramientas en la gestión de personas?

En las agencias de selección de personal o head hunters, por ejemplo, existe ya una tendencia a utilizar, en distintos niveles, estas técnicas analógicas. Y es que ella no da lugar a la manipulación, a la interferencia de las creencias u opiniones.

También en el ámbito de la ciencia y la investigación se ve interés por el lenguaje analógico. Conforme estas técnicas emerjan más, serán más cotidianas en el futuro, como lo son ahora los test psicotécnicos o las entrevistas personales.

 

 

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