Los expatriados necesitan el apoyo de la empresa

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Por Martín Mérola (Perú), personalylaboral.com

La mayoría de las empresas, especialmente aquellas con alcance internacional, están cada vez más familiarizadas con términos como expatriados y movilidad internacional. Compañeros que parten hacia otras naciones, muchas veces con la familia a cuestas, y extranjeros que aterrizan en la oficina, producto de las asignaciones internacionales, son situaciones normales en un mundo cada vez más globalizado.

La posibilidad de trasladarse de país por pedido de la empresa significa una gran oportunidad para el trabajador, pero también presenta numerosos obstáculos, muchos de los cuales tienen poco que ver con lo laboral. La experiencia demuestra que muchos de estos traslados vienen acompañados por una gran dosis de angustia, tanto para el empleado movilizado como para los familiares que se trasladan con éste, que nace principalmente de la dificultad para adaptarse a una cultura diferente.

Oportunidad y beneficio

Las asignaciones internacionales son de por sí una gran oportunidad para los empleados, y una necesidad creciente para las empresas. La capacitaciones de equipos de trabajo suele ser el principal motivo por el cual las organizaciones deciden trasladar a sus emplados, y hasta un 70% de éstas a nivel mundial consideró esta opción durante 2013.

Los expatriados potenciales, por su lado, conforman hasta un 25% de la fuerza laboral, aunque su perfil característico delata las falencias de este sistema: hombre soltero menor de 35 años. La mayoría, además, reclama como condición necesaria que la empresa le garantice un posterior regreso a su país. Los empleados que tienen familia y aquellos que temen no poder adaptarse a su país de destino son los menos proclives a aceptar convertirse en expatriados.

Amenaza para los expatriados

Cuando una expatriación fracasa, significa una importante pérdida de tiempo y recursos tantop para la compañía como para el empleado. Las empresas deben invertir en la capacitación y el traslado del empleado, pero será inútil si éste no logra adaptarse. A menudo esto se debe a que la capacitación se enfoca solamente en los aspectos laborales y no a los culturales, o a que no se trabaja sobre la recepción del traslado. Por más que el expatriado esté bien preparado, la adaptación será difícil si su nuevo entorno no se ha adecuado para recibirlo.

Pero la mayor dificultad con la que se encuentran las empresas es la respuesta de la familia de los expatriados. El llamado “shock cultural” afecta a cada integrante del grupo familiar de una forma diferente e impredecible. Si tan solo uno de ellos reacciona de forma negativa, puede hacer fracasar la operación y obligar al empleado a regresar a su país antes de tiempo.

Receta para una expatriación exitosa

El desafío de las empresas radica en encontrar el método adecuado para acompañar el proceso de expatriación del empleado y su familia y minimizar las posibilidades de que éste fracase. Como respuesta a esto, EAP LatinA ofrece su Programa Leave and Live Abroad, una solución a las inquietudes del empleador sobre cómo hacer que la preparación de un expatriado sea culturalmente sensible a su contexto de destino y que quienes conforman ese contexto estén preparados para aceptar las diferencias del que llega.

En el caso de América Latina existen cuestiones específicas que pueden facilitar o complicar la adaptación de los expatriados. Sin embargo, se pueden aplicar algunas consignas generales para reducir las posibilidades de un fracaso y asegurar una expatriación exitosa.

 

 

 

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