La Tercerización e Intermediación como Estrategia de Negocio

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Por Grupo Eulen (Perú), www.eulen.com

La necesaria lucha por la competitividad ha llevado a las empresas a redefinir sus estrategias y buscar aliados para ser cada vez más ligeras, ágiles y orientadas al cliente. La tercerización es clave en ese proceso. Las compañías se centran en el desarrollo de su know-how y dejan en manos de especialistas la gestión de actividades secundarias que no forman parte de su core business.

La tercerización responde a un replanteamiento estratégico de la cadena de valor: allí donde una compañía no sea capaz de desarrollar ventajas competitivas, lo mejor es ceder la actividad a un tercero, que seguro ayudará a ello.

Los primeros servicios susceptibles de ser subcontratados son aquellos que no son críticos en una empresa. El objetivo al tercerizar es encontrar a alguien experto en esa actividad que haga dichos servicios, de mejor manera, de manera más profesional y de forma más flexible.

En otras palabras las empresas han empezado a realizar un análisis muy sencillo: en qué soy especialista, dónde está mi ‘know-how’, dónde tengo mi ventaja competitiva… Una vez identificado ese núcleo, todo lo demás se puede mirar de otra manera.

Igual que existen actividades para las que muchas empresas ni siquiera han pensado en la tercerización como solución, hay países con una tradición tan arraigada en esa práctica donde el planteamiento de las compañías y de los directivos no es ¿qué es lo que puedo sacar fuera?, sino ¿qué me quiero quedar dentro? La filosofía de las compañías más avanzadas van mucho más allá de la pura operación puntual de ahorro de costes o solución de un problema específico.

Se trata de responder al reto de la competitividad, pero también se trata de crear una organización, a largo plazo, más rentable e influyente en la sociedad.

Con este planteamiento ¿qué es lo que se puede tercerizar y qué no? La realidad es que la pregunta a contestar es la que planteaba este enunciado: ¿qué es lo que no puedo delegar? Es cada compañía y cada directivo el que debe decidir dónde está esa parte de su actividad exclusiva que le permite acercarse al mercado de forma diferente, aportar valor añadido a sus clientes y donde nadie ajeno a la compañía debe involucrarse. Y, de lo demás, todo se puede tercerizar y/o intermediar y por supuesto bajo los lineamientos que establece la legislación vigente en esta materia: desde los clásicos servicios de limpieza, seguridad y mantenimiento hasta la gestión y el soporte tecnológico, o la atención a usuarios, la logística de una fábrica y actividades y procesos altamente especializados en los sectores más sensibles como sanidad o agroalimentario.

Un error común que ha causado insatisfacción a las empresas que han iniciado un proceso de tercerización tímida y sin elegir bien a su socio es buscar únicamente el precio más bajo a corto plazo. La estrategia de solucionar de forma rápida un problema quitándoselo de encima no suele ser ni rentable ni recomendable. El socio de tercerización e intermediación ideal es aquel que ofrece la mejor solución a largo plazo mejorando el coste y no necesariamente aquel que dé la mejor tarifa.

Es imprescindible, para seleccionar al proveedor, que éste tenga otros clientes y pueda ser identificado como especialista de su sector. El operador externo (outsourcer) debe tener experiencia, capacidad tecnológica y flexibilidad para adaptarse a los clientes, cualidades que reúne el GRUPO EULEN con una experiencia en el mercado de más de 50 años como especialistas de servicios.

 

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