La compensación al personal: Más allá del simple pago de nómina

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Por Daniel Diaz Jiménez (Colombia), coordinador de negocios y mercadeo internacional de SQL Software 

La dinámica laboral ha evidenciado bastantes cambios en los últimos años. A diferencia de años atrás, cuando las empresas escogían a sus empleados, actualmente son éstos últimos los que deciden dónde quieren trabajar. Por eso, las empresas deben diferenciarse y mostrarse atractivas, no sólo ante sus mercados externos, sino también ante sus trabajadores. En este sentido, pensar en la retribución al personal como el simple pago de la nómina y las prestaciones legales asociadas es parte del pasado.

Las empresas, para obtener mayor motivación, compromiso, productividad y retención de parte de sus empleados deben evolucionar hacia modelos de compensación que abarquen beneficios que vayan más allá de la retribución monetaria y les genere bienestar no sólo laboral sino también personalmente. Estos beneficios son lo que constituyen el ‘salario emocional’, el cual no se refleja en la cuenta bancaria del empleado pero sí mejora su calidad de vida, vinculándolo afectivamente con la empresa con la que trabaja.

Por ejemplo, algunos beneficios que son bien recibidos por los empleados, y que no implican grandes inversiones para la empresa incluyen la flexibilidad en el horario y en la vestimenta, una cafetería o casino al interior de las instalaciones de la compañía, posibilidad de trabajar desde la casa, capacitación y planes de carrera, reconocimientos, entre otros. Este tipo de políticas retribuyen emocionalmente a los empleados sin necesidad de grandes inversiones, pero con un impacto alto.

Alex Casanova, presidente de SQL Software, compañía especializada en soluciones informáticas para la gestión humana, afirma que “contar con un talento humano motivado y comprometido es lo único que realmente diferencia a las empresas en un medio tan dinámico como el que estamos viviendo”. Contar con colaboradores motivados se reflejará en mayor retención y en mayor compromiso con la empresa, lo que se traduce en mayor productividad e ingresos.

Atrás ha quedado la óptica de fuerza laboral según la cual lo más importante era mantenerse bajo el concepto legal del pago de sueldo y de competitividad dentro del mercado. Ahora prima brindar beneficios que acerquen afectivamente al empleado con la empresa y le permita equilibrar su vida personal y laboral. “Cada vez se vuelve más importante atraer y retener el mejor talento humano y para eso se debe gestionar profesional e innovadoramente la compensación de cada empleado”, concluye Casanova.
 

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