Influencia de las emociones en la toma de decisiones

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Por Adafrancys Salazar-  Máster en Dirección de Recursos Humanos y Especialista en Inteligencia Emocional 

En la vida empresarial uno de los procesos más importantes para el éxito de las organizaciones es la toma de decisiones, de allí se desprenden planes operativos, estratégicos, solución de problemas, se rentabilizan los capitales, se gestiona el talento humano y en general se justifica la razón de ser de la empresa.

Toda esta gestión es realizada a través de las personas y como seres humanos que somos no escapamos de las emociones. Que son la respuesta a fenómenos psico-fisiológicos  con la finalidad de cumplir una función adaptativa, lo importante es que entre la emoción y la acción hay que dar lugar  a la capacidad de razonamiento y gestión emocional.

Dentro de las organizaciones es fundamental que el talento humano tenga competencias desarrolladas sobre la gestión emocional, de esta forma las decisiones estarán amparadas por la racionalidad.

Luis Allen dijo: “Sólo se puede tomar una decisión lógica cuando el problema real ha sido definido correctamente con anterioridad”. Esto es muy cierto algo que no se haya definido y comprobado no se puede llamar problema, en algunos casos podría ser conflicto y aquí la importancia de la gestión emocional.

Un CEO o ejecutivo delegado no debe tomar decisiones bajo un dominio emocional alto, por ejemplo en un momento de rabia o de tristeza, es probable que no sea el momento más idóneo y a  largo plazo se pueden ver las consecuencias para la organización.

En la actualidad las empresas invierten mucho tiempo y dinero en la formación de las personas que ocupan los cargos directivos en lo que a inteligencia emocional se refiere.

Han tomado conciencia sobre la importancia que tiene y lo respaldan  afirmaciones de Daniel Goleman “Los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por su alto grado de inteligencia emocional que incluye la autoconciencia, autorregulación, motivación y habilidades sociales”.

En el ámbito empresarial constantemente se producen problemas que hay que resolver. De su correcta resolución dependerá la vida y éxito empresarial, razón por la cual una buena gestión emocional de las personas dentro de las organizaciones tiene como resultado decisiones mejor pensadas y una base racional alta.

Se puede concluir entonces que ese equilibrio que debe existir entre las emociones y el pensamiento lógico da lugar a gestiones óptimas basadas en una realidad y un entorno claro de fortalezas y oportunidades para compensar las debilidades y hacer frente a las amenazas.

Características de un gerente emocionalmente inteligente

En resumen un gerente emocionalmente inteligente debe poseer: autoconocimiento, autocontrol, empatía y habilidades sociales para poder gestionar con éxito sus emociones y las de quienes le rodean, lo cual se traducirá en el éxito del proceso de toma decisiones que estará como mínimo sustentado en:

  1. Identificación clara del problema real a resolver.
  2. Recolección de información necesaria para la toma de decisiones y valoración del problema.
  3. Análisis de las causas del problema.
  4. Búsqueda de soluciones.
  5. Seleccionar la mejor solución.
  6. Seguimiento y control.

A todos los CEO les deseo el mayor de los éxitos en cada una de las empresas, donde se enfrentan diariamente a procesos cargados de magia empresarial, emociones derivadas de las relaciones laborales, personales y hasta familiares donde el cerebro emocional muchas veces quiere ser el protagonismo y les digo como dijo un sabio: “La habilidad de hacer pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial en la vida diaria”.

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