Hiperconectividad: ¿Aliado o detractor de la productividad laboral?

3077

Por Dafne Navarro, Knowledge Management de Great Place to Work México

Todo estará, o está ya hiperconectado. Las personas usamos wearables, nuestras casas, los coches, las industrias; todo quedará dentro de la hiperconectividad. Todo esto nos hace una atractiva promesa, ser más eficientes y productivos.

Asociar las nuevas herramientas de comunicación como una solución al incremento de productividad es algo común. Las organizaciones invierten en tecnologías de primera línea y promueven entre sus colaboradores una mayor y más constante interacción con el trabajo, sin considerar el hecho de cómo esto impactará en sus vidas, las relaciones en el trabajo y los resultados del negocio.

Las mejores organizaciones, conscientes de esta era nueva, se anticipan, sabiendo que la adaptación a un mundo hiperconectado y la sustentabilidad de su productividad, dependerán de la capacidad para reorganizar sus prácticas culturales, los espacios físicos de trabajo y el enfoque de sus líderes.

El estudio Global Human Capital Trends 2018 ofrece un panorama interesante. El 47% de los encuestados considera que la productividad en los nuevos lugares de trabajo es una de sus preocupaciones más importantes; sobre todo porque a nivel global dicho indicador en la fuerza laboral ha tenido un avance lento en las últimas dos décadas.

Sin duda, los comportamientos, hábitos y herramientas que la gente utiliza en su vida personal, están migrando a su uso en el lugar de trabajo.

De acuerdo con este mismo estudio, el 70% de los encuestados cree que los trabajadores emplearán más tiempo en plataformas de colaboración y un 67% ve un crecimiento en las aplicaciones de social media organizacionales. Lo que aparenta ser una noticia prometedora de mayor comunicación, trabajo colaborativo y resultados de negocio.

Convertirse en organizaciones digitales es más que una transformación tecnológica, es una adaptación de la organización hacia el uso eficiente de las comunicaciones que generen una hiperconexión productiva.

De acuerdo al último estudio de ambiente laboral realizado por Great Place to Work México, en promedio 8 de cada 10 personas que trabajan en las organizaciones que están certificadas, consideran que cuentan con capacidad de adaptarse rápidamente y con buena actitud a los cambios en pro del éxito de la organización; es decir estarán dispuestos a realizar una adaptación cultural hacia la hiperconectividad en el trabajo.

Adaptación hacia una cultura de hiperconectividad

Los líderes de organizaciones clasificados como los Mejores Lugares para Trabajar, saben que la adaptación hacia una cultura de alta conectividad requiere de acciones conjuntas entre las áreas de Negocio, Recursos Humanos y TI para construir ambientes de trabajo productivos, en función del cambio cultural que acarrea la implementación de nuevas plataformas y sistemas de tecnológicos.

Un primer paso es determinar las herramientas tecnológicas que son las apropiadas de acuerdo al tipo de organización, equipos de trabajo y tareas a realizar, considerando en todo momento el tipo de cultura, el estilo de comunicación y la formalidad de las relaciones entre las personas.

Las áreas de Recursos Humanos y los líderes de la organización, deberán establecer políticas y prácticas en pro de alinear los requerimientos del negocio con el cuidado y el  respeto hacia los colaboradores, promoviendo su bienestar y disminuyendo las sobre exigencias a mantenerse conectados en todo lugar y momento.  

Depositar en los colaboradores la responsabilidad de frecuencia y tiempo de uso de los dispositivos de comunicación personal o laboral, generará un clima de confianza, reforzando en la gente que la productividad mejora cuando funcionamos bajo un sistema de metas y gestión personal del tiempo.

La hiperconectividad puede producir una mayor exigencia en los tiempos de respuesta, ruidos en la comunicación u omitir la importancia de un pedimento. Por ello es necesario que los líderes no dejen de fomentar la cercanía con las personas,  retroalimentando continuamente a sus equipos y entre los equipos de trabajo, para asegurar un flujo de comunicación efectiva que favorezca las relaciones.

Aunque no lo parezca, la capacitación es un factor determinante en el adecuado uso del tiempo y la forma en que se emplean las tecnologías digitales. Informar a los colaboradores sobre el impacto que la hiperconectividad tiene sobre su salud y los resultados del trabajo, hasta la formación y actualización en nuevas habilidades para aprovechar la gestión de diversas plataformas para orientarlas a su trabajo.

Por último, como organización es clave cuestionarse el uso adecuado de las herramientas tecnológicas de comunicación para que el colaborador sea eficiente en sus horarios laborales y descanse al terminar su jornada; considerando dentro de sus  programas de Wellness, acciones para elevar la calidad de vida física y mental de las personas. 

La hiperconectividad puede ser un aliado o detractor de la productividad en la organización, y esto dependerá en medida de los cambios que se realicen en la cultura organizacional y la adaptación de las personas en el uso de las tecnologías.

No se trata solamente de saber cuánto estamos ganando o perdiendo en productividad a causa de nuestra hiperconexión, es necesario mirar más allá, determinar las maneras en cómo las organizaciones afrontaremos este cambio en nuestras culturas y formas de trabajo; cómo transitar este proceso de adaptación de la nueva era para después disfrutar de los beneficios prometidos en productividad.

Fuente: Entrepreneur

Comentarios