¿Eres una inversión atractiva para tu empleador?

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Por Jimena Mendoza – Gerente General de LHH-DBM Perú

Leía esta semana sobre Warren Buffet y como él identificaba las compañías en las cuales decidía invertir. Su estrategia es sencilla y en sus propias palabras él decía: Busco castillos económicos protegidos por fosos infraqueables. Ese foso en el mundo de las inversiones es la ventaja competitiva mejor protegida estará y logrará perdurar en el tiempo.

Creo que la teoría de Warren Buffet tiene una interpretación también en cómo invertimos en las personas. Las empresas buscan en los profesionales en retorno de su inversión y resultados a corto y largo plazo. Contar con una ventaja competitiva sostenible en el tiempo hará que te elijan a ti en lugar de otras personas. No solo en momento de contratación, sino cuando se piensa en un ascenso o en una asignación de proyectos. 

Tomando esto en cuenta es importante, entonces, pensar: ¿qué ventaja competitiva tienes tú que hacer diferente al resto? Esta ventaja competitiva no incluye solamente las habilidades técnicas que poseemos, sino también las habilidades de liderazgo y nuestras actitudes. Es un conjunto de elementos que hacen que nos diferenciemos del resto y que la compañía decida seguir invirtiendo en nuestro desarrollo y quiera contar con nosotros a largo plazo.

En un reciente estudio de LHH Global encontramos que hay una serie de actitudes que diferencian a los mejores líderes del resto, y las más destacables son las siguientes:

  1. Se enfrentan a problemas incómodos y toman decisiones difíciles
    ¿Cuántas veces nos demoramos en tomar decisiones difíciles pensando que, al pasar el tiempo, el problema también pasará? Un buen líder adopta decisiones difíciles midiendo las consecuencias y permitiendo que los cambios se realicen lo más pronto posible.
  2. Exigen a los demás tanto como se exigen a sí mismos
    Los líderes que se destacan del resto no actúan solo y exigen al resto el mismo grado de responsabilidad, compromiso y determinación. No logran resultados actuando de manera individual, sino como equipo.
  3. Se muestran optimistas sobre la empresa y su futuro
    Ver las cosas con optimismo, en lugar de caer en el círculo vicioso de la negatividad, buscando siempre nuevas maneras de hacerlas, aun en los peores momentos, es una ventaja competitiva que permite ver soluciones, incluso cuando otros no las ven.
  4. Tienen una gran visión sobre las tendencias externas del entorno empresarial
    Mirar afuera, entender cómo cambia el entorno, el sector y salir del “así hemos hecho las cosas siempre” marca la diferencia.

Determina cuál es tu ventaja competitiva, trabaja en ella y reinvéntate constantemente para que así seas un recurso en el cual siempre quieran invertir.

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