El futuro del empleo

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Por Mateu Batle – gerente general de Rextle

La cuarta revolución industrial, la tecnología, los robots la inteligencia artificial están penetrando en nuestras vidas a paso firme con significativos avances; automóviles que conducen de forma autónoma, algoritmos financieros que invierten en los mercados de capitales de forma automática y agentes virtuales controlaos por voz como Siri o Alexa son algunas de las aplicaciones que ya existen hoy día. 

La utilidad de los robots es cada vez mayor, elevan nuestra calidad de vida de forma incremental y cambian nuestras vidas de forma irreversible. 

Estos continuos avances en inteligencia artificial van a suponer un impacto a mayor escala, que transformarán el empleo para siempre. En la globalización, la tendencia de las corporaciones a la tercerización de servicios a países fue por mano de obra barata, los call centers en Latinoamérica ahorraron hasta 30 % a las empresas.

Actualmente, la tendencia es la robotización de procesos, es decir, usar software para ejecutar tareas repetitivas que antes realizaba una persona. Hoy día existen robots capaces de entender peticiones de usuarios (mediante reconocimiento de voz) y responder de forma oral (usando síntesis de voz). 

Se estima que los call centers se extinguirán en los próximos cinco años. Otros empleos en gran peligro son los cajeros de supermercados, mensajeros, personal bancario, taxistas, administrativos, contables, etc. 

Las nuevas tecnologías dejan obsoletas a las antiguas, dejan de usarse. ¿La robotización va a convertir a las personas en obsoletas?La respuesta es no. Las máquinas podrán ejecutar tareas que hasta ahora eran exclusivas de humanos, e incluso hacerlas de mejor forma, más rápida, con menos errores y a menor costo.

Lo que diferencia al ser humano es su capacidad para adaptarse al cambio, su creatividad e innovación. 

Debemos minimizar el impacto de estos cambios, hay que estar preparados, la educación y la formación continua van a ser clave. Debemos dominar la tecnología antes de que esta nos domine a nosotros. Actualmente, hay un gran déficit de profesionales de las TIC en todo el mundo. El progreso de nuestro país va a depender en gran medida de la visión de sus líderes, y de las políticas que implementen. 

Los que vean el rápido avance tecnológico como una amenaza, van a ser los que más sufran en esta transformación inevitable. En un mundo diferente, quizá podamos soñar en robots aplicados a la política que serían totalmente ajenos a la corrupción. 

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