El Director de Recursos Humanos, factor estratégico en la organización

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Por María Isabel Loaldi, Líder de Human Capital & Change Management – IBM Sudamérica

Una encuesta de IBM entre más de 700 ejecutivos de 61 países presenta las principales tendencias que están redefiniendo el rol de los directores de RRHH en las organizaciones…

En el Estudio Mundial de CHROs 2010 realizado por IBM entre más de 700 Directores de Recursos Humanos de 61 países, se identificaron tres brechas clave relacionadas con la gestión del capital humano: desarrollar líderes creativos, aumentar la velocidad y flexibilidad en la fuerza laboral y capitalizar la inteligencia colectiva.

La velocidad con que se mueve el entorno obliga al Director de Recursos Humanos (o CHRO por Chief Human Resources Officer) a tener una estrategia más dinámica que permita encontrar una forma más rápida de distribuir el talento donde el negocio lo requiera.

Se hace cada vez más necesario actuar con creatividad, flexibilidad y velocidad para aprovechar las oportunidades de crecimiento que surgen en el mercado local, regional y global.

¿Cómo desarrollar líderes creativos?

Es necesario contar con una respuesta a un escenario cliente/empleado cambiante. Para ello, hay que crear equipos de trabajo que resuelvan problemas reales, como la evaluación de nuevas oportunidades de mercado. Esto requiere reunir a los futuros líderes y obtener conocimientos únicos de diferentes partes de la empresa.

Otro punto importante es incorporar perspectivas externas a los esfuerzos de desarrollo del liderazgo; cultivando relaciones con personas fuera del ámbito de influencia directo, tales como clientes, proveedores, instituciones académicas y asociaciones profesionales.

Los CHROs deben centrarse en facilitar el desarrollo de aquellos líderes que posean un talento especial para gestionar oportunidades y retos de formas completamente diferentes.

¿Cómo lograr mayor velocidad y flexibilidad?

Para lograr una mayor velocidad y flexibilidad en la fuerza laboral, es importante conocer las capacidades y habilidades de nuestra gente, contando con una taxonomía común de habilidades.

Se puede comenzar por desarrollar una estrategia orientada a que los empleados integren las necesidades de las diferentes unidades de negocio, proporcionar visibilidad a las búsquedas internas donde los empleados y sus gerentes tengan acceso a las nuevas oportunidades y habilidades requeridas, agilizar los procesos internos tanto para la identificación y movilización de candidatos y finalmente reducir la curva de aprendizaje.

El foco deberá estar en las funciones que realmente diferencian la empresa en el mercado y que representan hoy un gran desafío para las organizaciones, dado que están compitiendo por recursos altamente calificados y tienen más exigencias al momento de retenerlos.

¿Cómo aprovechar la inteligencia colectiva?

El gran desafío del CHRO es fomentar una cultura colaborativa, superando las barreras jerárquicas y generacionales, estableciendo nuevas conexiones informales entre los empleados, y luego también con clientes y proveedores.

Dadas las condiciones culturales será posible el intercambio de información y el acceso a una base de conocimientos sin límites. Esta suma de experiencias y conocimientos promueven la innovación, que es el alma de cualquier empresa, ya que impulsa la eficiencia y facilita el desarrollo de nuevos productos y servicios.

En definitiva, el CHRO es quien entiende y posee la capacidad de adaptar la fuerza laboral a los desafíos de empresas para impulsar el crecimiento y la eficiencia operativa.

Por ello, el CEO cada vez más debe considerar a su ejecutivo de Recursos Humanos a la hora de tomar decisiones de negocio. El CHRO pasó de ser socio del negocio a ser parte de la estrategia.

 

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