El carisma y la empatía del líder

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Por Álvaro Otero Fernández (Perú) –  Presidente Ejecutivo del Instituto Gandhi, centro de desarrollo y formación de Lideres Empresariales e institucionales. Contacto:  alvarootero@institutogandhi.com

En los seminarios y conferencias, donde he tenido la oportunidad de ser expositor en el tema de “Liderazgo”, la primera opinión, que le pido al público es que si,  ¿Uno nace o se hace líder?, La mitad del público, ha levantado la mano afirmando que se nace líder y la otra mitad que se hace líder.

Mucha gente piensa, que unos nacen y otros se hacen líderes, mi respuesta ha sido siempre casi invariable al respecto, después de más de veintinueve años de trabajar con empresarios y también con políticos, he podido llegar a la conclusión que todos nacemos lideres, con capacidades y habilidades que muchos despiertan temprano y otros aunque tarde igualmente pueden despertarlas.

Cada uno de nosotros es un líder en potencia
Lo importante para tomar conciencia de este hecho, es mirarse en el espejo de la mente y el corazón para ¡Saber que uno es un líder! Que todos desde el momento que nacemos y les hemos ganado a otros que quisieron llegar antes a fecundar a nuestras madres, nosotros fuimos los primeros en llegar.

Ahora que todos sabemos que somos lideres, lo que tenemos que hacer es despertar ese sentimiento, esa emoción y convertirla en una pasión,  para ello, hay que trabajar mucho en el desarrollo de ciertas habilidades y talentos, bien puede decirse que es importante nacer con ciertas características y luego con el entrenamiento permanente,  capacitación y  asesoría profesional y un buen coach en marketing personal, cinesis, oratoria, manejo de la gestualidad y el autorreconocimiento del carisma y de la empatía podemos avanzar mucho en este campo del desarrollo personal.

¿Es el carisma algo con lo que nacemos?
Todos sabemos que hay muy pocas personas que tienen carisma y otras no, la gente superexitosa lo tiene en abundancia ¿El carisma es algo con lo que se nace, o es un talento que se puede aprender? A diferencia de la empatía, que es la capacidad que podemos reconocer y desarrollar para comprender vívidamente las experiencias de otras personas, ser empático significa comprender la naturaleza de la conducta humana  y desarrollar una  “segunda naturaleza” incomprendida, subestimada o simplemente  ignorada  por las personas que más la necesitan.  

Es la habilidad para influir en otros de manera positiva, conectándose con ellos, física emocional e intelectualmente, es lo que hace que usted le guste a la gente, incluso si ésta no conoce nada de usted, este magnetismo personal puede existir al nivel de movimientos de masa, lo que sucede con ciertos empresarios exitosos o bien con candidatos políticos y también con evangelizadores, o en los encuentros de la vida cotidiana, aunque uno piensa que el carisma es algo intrínseco  del individuo, sólo puede  revelarse en la interacción con las demás personas, según el antropólogo  de Harvard Charles Lindholm, “El Carisma”, “Es sobre todo una relación, una fusión  entre el ser  interior  del líder  y el del seguidor”     

Carisma. Algo que está al alcance
Algo que estoy convencido de que en contra de la sabiduría popular,  el carisma no es algo con lo que usted nace, como el color de sus ojos. No está en sus genes y no es inalcanzable.  En otras palabras ustedes ya tienen carisma, pero el carisma no está  configurado del mismo modo que en el de su vecino. 

Pensémoslo de la siguiente manera: cada una de nuestras personalidades consiste, digámoslo así, en varios recipientes de vidrio.  Algunos casi vacíos, algunos llenos y otros parcialmente llenos en distintos niveles.  Agrupados constituyen su carisma o, cuando menos, su potencial carisma. 

Lo que tenemos que hacer es trabajar muy duro en tratar de llenar cada uno de estos recipientes al máximo, cuando esto suceda ustedes serán tan carismáticos que la gente los considerará un dios, un profeta, un gurú, un verdadero líder carismático.  Pero nadie tiene un conjunto de vasos o recipientes totalmente llenos, aunque algunas personas muy dotadas estuvieron cerca de este ideal, como son el caso del gran Mahatma Ghandi, Martín Luther King, la Madre Teresa de Calcuta, John F. Kennedy.

Ahora bien, en la mayoría de nosotros los vasos se encuentran llenos pero de manera un poco errática, tal vez su vaso o recipiente de la persuasión esté lleno, pero en la adaptabilidad puede que este casi vacío.  O acaso usted de repente es un buen oyente pero no tiente  la habilidad para proyectar una imagen fuerte y atractiva.

¿Qué es el mensaje silencioso, o la imagen?
Son las señales que usted sin darse cuenta ni percatarse da a  los demás de manera inconsciente, tal vez usted mira a  las personas directamente a los ojos mostrando su recipiente de transparencia y sinceridad, o fija su mirada en sus zapatos cuando les habla mostrando su recipiente de la observación, o tal vez deja caer sus hombros o los endereza mostrando su recipiente de la confianza, o tal vez no sonríe en forma natural y no estrecha la mano con firmeza, mostrando su mal recipiente del cinismo, o se viste de una manera inconveniente.  Todo esto puede dar a su “mensaje silencioso” su imagen.

Otra cualidad que se requiere para enriquecer el carisma es  llenar el recipiente del “saber escuchar”
Rara vez se enseña y poco sé práctica;   no obstante, escuchar es una clave para comunicarse y hacer que los demás se sientan especiales en su presencia.  Otro recipiente a llenar es la persuasión, extraordinaria habilidad que sí usted la domina podrá motivar, influir y lograr que muchísima gente lo admire, lo siga, adopte sus ideas y hasta intenten imitarlo o parecerse a usted. ¡Y aquí presten mucha atención! Si nadie las adopta por grandes que sean, no llegaran a ninguna parte.

Hablemos del efecto Camaleón
Creo que no se me hubiera ocurrido otra palabra para decir y comparar una actitud  con una aptitud que  tiene el camaleón de poder mimetizarse con el medio ambiente, nosotros los humanos tenemos que ser arquitectos e ingenieros  de nuestro propio destino para construir puentes de comunicación con las demás personas, lo cual es casi imposible si antes no entendemos y comprendemos sobre la personalidad de la o las otras personas que tenemos al frente de nosotros. 

Este recipiente nos va a permitir de ahora en adelante adoptar un comportamiento ideal para afianzar la relación y la interdependencia, demostrando nuestra humildad sobre la necesidad de intercambiar y compartir ideas, conocimientos y conceptos con las demás personas de manera que también nosotros como el camaleón podamos estar en armonía con el medio ambiente familiar, laborar, empresarial y político. En cada espacio físico donde tengamos que desarrollarnos tenemos que adoptar las aptitudes del camaleón.

¡Un líder  no se fabrica de la noche a la mañana!
El liderazgo, el carisma, la empatía no esta en venta a la vuelta de la esquina, ni tampoco la canjean por dos chapitas de su gaseosa preferida en cualquier bodega, la única tienda donde pueden encontrarla  es adentro de uno mismo, estas capacidades y fortalezas vinieron ensambladas adentro del motor,  pero para desarrollarse necesitan  mantenimiento, afinamiento ciertos cambios de actitudes, principalmente  mucha paciencia, muy buen humor, una alta dosis de confianza en si mismo.

Ni con todo el oro del mundo,  por más kilates que tenga puede compararse con el mimetismo de personas dotadas del carisma y de la empatía. A la legua se puede reconocer a una persona con estas características, pero aún así, no es suficiente confiarse en que esto es liderazgo.

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