Despido, sufrimiento, re-acción…

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Ernesto Rubio, gerente general de Ronald, Career Services Group

Ser despedido es atemorizante, desconcertante y siempre una experiencia que genera un impacto emocional fuerte.

“Pienso en haber sido un mal empleado…”  “Catastrofizo en mis primerizas noches de insomnio…”  El terror aparece en el medio de largas noches en donde las ideas irracionales invaden mis pensamientos.  “¿Hasta cuándo podré pagar la hipoteca?  ¿Y el colegio de los chicos?  Y… ¿si no encuentro trabajo?  ¡Tengo 5 meses para vivir!, pero llevo 2 y NADA.  Solo he sacado plata de mi cuenta, que se adelgaza semana a semana…  ¡Qué angustia!”

No puedes pensar, tomar distancia, ser objetivo; ni hilar una oración puedes.  Y es porque la perturbación emocional del despido te ha tomado desprevenido…

Esto es lo que ayuda

  1. Delegue a cada día su propio afán
    Haz lo mejor que puedas en tu HOY.  Mañana continúas.  Una sola cosa cada día.
  2. Algunas “cosas” que puedes hacer:
    Programar una invitación a alguien a quien no hayas visto por más de 2 años.  Eso energizará muy poderosamente tu visión de las cosas, otro lente, otras perspectivas.
  3. Tu mente y las opciones
    Encuentra a quién le puedes satisfacer necesidades laborales en las que puedas agregar valor.  Haz una lista detallada por sector, por compañías, con sus contactos políticos-decisores.  Trata de empaquetar tu idea (expertisse, trayectoria, don), para poderla vender al mencionarla a tus contactos clave.
  4. Revisa la lista antigua de colegas, jefes, mentores, reportes y reflexiona en cuánto te aportaron a la carrera
    Escríbeles, agradéceles lo que aprendiste de ellos (gratitud y humildad).  Muchas ventanas se abrirán, tenlo por seguro.
  5. Rutina diaria
    Como cuando trabajabas, levántate en el mismo horario, báñate y prepárate como si fueras al trabajo; es más, vístete como cuando ibas a trabajar, ya que el blue jean y los polos son cómodos, pero para vacaciones.  No estás de vacaciones, sino en el “formal trabajo de buscar trabajo, convertido en un trabajo” (de 6 a 8 horas diarias).
  6. Afina gastos
    No economía de guerra.  Pero sí ahorrando en lo que se pueda ajustar del presupuesto.
  7. Escribe
    Escribe tus ideas.  Escribe a tus amigos.  Escribe tus temas de dominio.  No te entristezcas ni te deprimas.  Escribe.  Escribe a los reclutadores, escribe a las empresas, a los más importantes ejecutivos de tu industria.  Escribe lo que sabes, escribe lo que sugieres o dominas, ya que requieres elevar tu nivel de “Exposure” en ese público objetivo que has analizado con seriedad y foco.
  8. Sé inconforme
    Persevera, insiste, toma el despido como una prueba, la que, como cualquier otra, requiere ser superada y que, además, es parte de la dinámica laboral, que lo único que tendrá siempre de constante es el “cambio”.

La estabilidad laboral es una utopía.  Lo que no es utópico es soñar, crear, emprender y trabajar en eso.  Pocos lo logran, en gran medida, por dos razones:

  • Hay quienes siguen sus sueños y abandonan el vientre corporativo resueltamente tras su esperanza de algo propio.
  • Hay quienes quieren proyectar más su función laboral y consiguen una larga carrera corporativa, satisfactoria y rentable. Por llevar su Carrera por ESTRATEGIA, no por ACCIDENTE.
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