¿Cuándo realizar una actividad outdoor?

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Por Lucía Victoria Gasparro ( Argentina), Especialista en Dirección Estratégica de Recursos Humanos (UBA)

Una pérgola y, en el centro, una gran pava invita a la reunión. En las cercanías, dos grupos de ocho personas reunidas en círculo.

En cada grupo, alguien lee una consigna. Otros debaten sobre las tareas a realizar para cumplir con el objetivo planteado. Un amante de las rimas levanta la mano y se ofrece a escribir el slogan de su equipo.

La escena es muy diferente de la típica actividad en un aula de capacitación. No hay bullicio ni teléfonos. Sólo el silencio de la naturaleza.

Los profesionales de la capacitación siempre nos preguntamos: ¿cómo lograr que los participantes de una actividad pongan en práctica lo que intentamos transmitirles?

La capacitación outdoor, organizada fuera del ámbito laboral, tiene la gran ventaja de involucrar activamente al participante en el aprendizaje y comprometerlo dinámicamente a través de su comportamiento.

La actividad outdoor combina participación, diversión y aprendizaje. A través de la acción, el participante incorpora conocimientos, habilidades y actitudes.

Así, cuando termina la actividad, suele escucharse: "me divertí y me comprometí, fue más dinámico que en una clase convencional", "pude sentir la integración que logramos entre todos, ¡pensar que en la oficina somos tan formales y distantes!"

Ahora bien, ¿cuándo implementar una capacitación outdoor?

Para responder a este interrogante, es necesario analizar las siguientes cuestiones:

1) ¿Cuál es la población destinataria de la capacitación? ¿Están predispuestos o físicamente aptos para una capacitación outdoor?

Las actividades outdoor pueden dividirse en distintos niveles: desde los más básicos hasta aquellos que ponen en juego la destreza física de los participantes.

La gama de opciones va desde sencillas actividades grupales al aire libre hasta escalada, rafting y campamentos.

Por lo tanto, a la hora de elegir el nivel a implementar, es necesario considerar las características de la población a capacitar: edad, intereses, estado físico, etc.

2) ¿Cuál es la necesidad de capacitación a la que se pretende responder? ¿Son conocimientos, habilidades y/o actitudes? ¿Qué habilidades y/o actitudes se intenta desarrollar?

En general, es aconsejable optar por la modalidad outdoor cuando se pretende que los participantes pongan en práctica conocimientos en un ámbito de esparcimiento y recreación.

Estas actividades son ideales para "desestructurar" a los participantes en su modo habitual de comportarse, es decir, cuando se pretende modificar hábitos y/o formas de relacionarse con otros.

Por otro lado, se aconseja esta modalidad para acompañar procesos de cambio organizacional, trabajando en el fomento de valores compatibles con la nueva cultura.

En definitiva, las actividades outdoor son altamente efectivas para trabajar la confianza e integración de un grupo, desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y comunicación en niveles gerenciales.

 

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