Coaching para el Management Sistémico

1923

Por Joan Palomeras ( España), Presidente de COACHING LAB

“La mayor promesa de la perspectiva sistémica es la unificación del conocimiento a través de todas las especialidades, pues los mismos arquetipos se repiten en biología, psicología, terapia familiar, economía, ciencias sociales, ecología y administración de empresas.” – Mark Paich

¿Qué es el management sistémico?

Management es una palabra inglesa que proviene del verbo manage, significa conducir. Apareció a finales del siglo XVI probablemente derivado del italiano maneggiare, que significa manejar. Su verdadero sentido es, por tanto, más profundo que simplemente dirigir.

Peter F Drucker, uno de los padres fundadores de la moderna teoría del management, autor de “La práctica del Management”, “El Management del futuro”, “Desafios de la Gerencia en el siglo XXI”, sostenía, a finales del siglo pasado y a primeros de este, que gran parte de lo que se enseña y se practica en esta materia es obsoleto, erróneo, o ambas cosas.

Consideraba que para permanecer competitivos -y aún para sobrevivir- las empresas tendrán que pasar del pensamiento lineal a la perspectiva sistémica para afrontar la realidad cada vez más compleja y cambiante.

Esta consideración nos introduce al management sistémico. Posteriormente, con Peter M Sengle, profesor del MIT -Massachussetts Institute of Technology” y autor de la Quinta Disciplina, venimos comprobando que es necesario que las organizaciones aprendan a crear los resultados que les importen de manera generativa.

Pensamos que las organizaciones que podrán competir en las nuevas realidades son las que descubran cómo aprovechar el potencial de aprendizaje y entusiasmo de las personas en todos los niveles de sus estructuras. Este es el desarrollo del management sistémico.

Y, para ello, los conocimientos personales, el aprendizaje personal es necesario pero no suficiente. Los individuos pueden saber muchos o aprender constantemente y, sin embargo, no hay aprendizaje organizacional. Es necesario que aprendan los equipos. Si los equipos aprenden son como microorganismos que transmiten el aprendizaje a toda la organización.

De esta manera las organizaciones se convierten en agentes de sus propios cambios y son capaces de gestionar cualquier tipo de crisis, reconocer amenazas, descubrir nuevas oportunidades y hacerlas más sostenibles.

Sistema de coaching para su aprendizaje

En el uso cotidiano, el aprendizaje del management ha pasado a ser sinónimo de adquirir conocimientos y habilidades. El mismo Drucker junto con John K Galbraith, prestigioso economista, profesor de Harvard, autor de “El nuevo Estado Industrial”, fueron grandes impulsores del management del conocimiento y la tecnoestructura.

En cambio el verdadero aprendizaje del management sistémico debe llegar al fondo de lo que significa ser humano en un mundo cambiante e interrelacionado como el que estamos viviendo. Las personas, equipos y organizaciones, por más conocimientos que tengan deben estar abiertas al aprendizaje continuo y permanente.

Pierre Wack, director de planificación del grupo Royal Dutch Shell´s descubrió que las tareas de planificación, en management, ya no consistían solamente en producir una visión documentada del futuro, sino que era necesario confeccionar escenarios para que los managers cuestionaran sus modelos de la realidad y aprendieran a cambiarlos cuando fuera necesario. Esto se refuerza con los criterios de Chris Argyris, autor de Ciencia de la Acción y profesor de Harvard Bussiness School que dice textualmente: “Los modelos mentales no sólo determinan el modo de interpretar el mundo, sino el modo de actuar. Nos atascamos en rutinas defensivas que aíslan nuestros modelos mentales de todo examen, y en consecuencia desarrollamos una competencia no cualificada”.

Con todas estas aportaciones hemos experimentado que el coaching con perspectiva sistémica es el mejor sistema para el aprendizaje del management sistémico. Con él podemos entrenarnos para emprender, conducir y manejar lo que auténticamente nos importa y, así, ampliar nuestra capacidad para crear en una realidad compleja y cambiante. Para el coaching con perspectiva sistémica no basta el aprendizaje para la supervivencia. Hay que conjugar el aprendizaje adaptativo con el generativo. Un aprendizaje que incremente los resultados y la satisfacción de las personas.

El coaching con perspectiva sistémica va más allá de la adaptación al cambio. Aborda la manera más eficaz para gobernarlo con éxito que es crearlo. Podemos aprender a verlo como una oportunidad en lugar de una amenaza.

Es posible entrenarse a sentirse parte de un proceso creativo en el que se puede influir sin controlarlo unilateralmente. Es muy eficiente para que el management sistémico se convierta en agente de cambio y alcance resultados sostenibles.

En cualquier aprendizaje el enfoque con perspectiva sistémica es hoy más necesario que nunca porque la complejidad nos abruma:

-Tenemos capacidad para crear más información de la que nadie puede absorber.

-Se está alentando una interdependencia que es muy difícil administrar.

-También es muy difícil seguir la celeridad de los cambios que estamos impulsando.

-Esta escalada de complejidad no tiene precedentes en toda nuestra historia.

La complejidad puede ser de dos tipos: la dinámica y la de detalles con muchas variedades.

La complejidad dinámica se produce porque el cambio en los sistemas ocurre en escalas de tiempo diferentes y esas escalas a veces interactúan. En la complejidad dinámica la causa y el efecto no están próximos en el tiempo ni el espacio.

Sólo puedes comprender los efectos de una tormenta contemplando sus elementos en su totalidad. Nunca lo comprenderás si lo haces individualmente.

Todos estos acontecimientos están separados en el espacio y el tiempo. Pero todos están conectados. Cada uno influye en el resto. Aunque, muchas veces, esta influencia no es evidente. Lo mismo ocurre en cualquier organización y en todos los comportamientos personales, sociales, empresariales y ecológicos. Las tramas invisibles actúan interrelacionadas y pueden tardar tiempo en producir efectos mutuos. Como nosotros mismos formamos parte de esta urdimbre nos resulta muy difícil ver los patrones de cambio. Solemos concentrarnos en partes aisladas del sistema. Vemos sólo fotos instantáneas. De esta manera la mayoría de nuestros problemas más profundos no se resuelven.

La perspectiva sistémica nos ofrece un marco conceptual donde los patrones totales resultan más claros, nos ayuda a modificarlos y ver, a la vez, las partes y sus sutiles interrelaciones.

La perspectiva sistémica es una herramienta muy poderosa para afrontar la complejidad dinámica y, por tanto, para el management sistémico.

La complejidad de detalles vuelve incompletas todas las explicaciones racionales. Los sistemas humanos son muy complejos. No podemos comprenderlos del todo. Hay experiencias suficientes de que tenemos “limitaciones cognitivas”. Nuestra mente consciente sólo puede abordar un pequeño número de variables cada vez.

La complejidad de detalles se resuelve en el inconsciente. Es lo que llamamos el juego interior del coaching.

Cuando el consciente desplaza la carga de una tarea al inconsciente este se hace cargo y se vuelve automático, natural. Esto libera la mente consciente para que se concentre en la complejidad dinámica.

Cuando Messi ve que viene el balón su mente consciente solamente le permite ver como abordar la portería. Es su mente inconsciente quien le guía para sortear automáticamente todos los obstáculos que se le interpongan por el camino.

Te invito a recordar cómo aprendiste a conducir, manejar el teclado del ordenador, andar, hablar… Para un niño de dos años puede que el colocarse la cuchara de la sopa en la boca sea una tarea muy compleja…En cambio, cuando lo ha aprendido lo hace sin pensar.

El inconsciente se programa con la experiencia. Las culturas y creencias programan el inconsciente. El lenguaje también lo hace y tiene efectos muy sutiles.

Pero, ¿cómo hemos enseñado al inconsciente a estructurar la información?

No es fácil describir procesos de realimentación con nuestro lenguaje habitualmente lineal. Normalmente desistimos de ello. Pero esto cambia cuando empezamos a dominar la perspectiva sistémica. El inconsciente se reeduca sutilmente para estructurar los datos. Ocurre como cuando aprendemos una lengua extranjera.

La mente inconsciente abarca muchos más detalles que nuestra mente consciente.

La mente inconsciente no está limitada por la cantidad de procesos de realimentación que puede examinar como le ocurre a la mente consciente. Así se puede integrar la complejidad dinámica y la de detalles. Este es el propósito coaching con perspectiva sistémica para el aprendizaje del management sistémico.

 

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