Coaching corporativo o coaching ejecutivo: Conozca cómo diferenciarlos

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Por Esther Castillo (España), Consultora de Organización de Seidor

Cada año, las organizaciones suelen marcarse una serie de objetivos (comerciales, contables, estratégicos…) para los que movilizan una serie de recursos materiales y de personal. Sin embargo, no siempre se cumplen estas metas.

El coaching corporativo ayuda a saber qué ha pasado, por qué se ha fallado y qué aspectos sí han contribuido al progreso del negocio. Detrás del fracaso empresarial suele estar una cultura corporativa, de profundas raíces, que no apoya los planes estratégicos. La cultura, en definitiva, es un conjunto de creencias compartidas por las personas y sustentadas por unos valores. Pero teoría y práctica no siempre coinciden. De hecho, en muchas ocasiones, el clima laboral negativo es consecuencia de la incoherencia entre los valores que se predican y los que realmente priman.

Por este motivo, trabajar en los modelos mentales de la organización de manera alineada a los planes estratégicos ofrece grandes garantías de éxito. Por otro lado, a través del diseño del plan de gestión del talento interno, y en consonancia con los planes estratégicos, se puede reenfocar a la organización hacia el logro.

¿Cómo se realiza este coaching corporativo? Se trabaja con sesiones grupales, diseñando el plan de cambio de cultura organizativa, la gestión del talento y el plan de acción contra el clima laboral negativo.

Por lo que respecta al coaching ejecutivo, cuya metodología está basada en sesiones individuales, se pasa del diseño a la acción. Muchas veces, los responsables y/o mandos intermedios se encuentran con que no disponen de las habilidades necesarias (liderazgo, comunicación y/o management) para formar equipos de alto rendimiento, lo que genera frustración no solo en la dirección sino también en el propio equipo. El bajo rendimiento puede deberse también a situaciones de estrés que comienzan a escapar de su control (distrés), o a una gestión inadecuada del tiempo que hace que no puedan estar centrados en aquello que realmente es importante. Por último, ante acontecimientos ocurridos o inminentes como un ascenso o un cambio en el equipo directivo, puede generarse un desequilibrio en el profesional que exija un esfuerzo de adaptación. Las sesiones individuales con el profesional afectado impactarán de forma positiva en toda la organización, gracias al denominado efecto cascada.

Como denominador común a ambos tipos de coaching, ejecutivo y corporativo, está el tipo de intervención a realizar: de excelencia, de choque, de refuerzo y de apoyo. No es lo mismo trabajar con un profesional para potenciar su talento que trabajar con un profesional afectado por un cambio de dirección o cultura organizativa. En el primer caso, la intervención estará encaminada la excelencia (reto: sustituir la autocomplacencia inicial por una fuerte motivación hacia la excelencia personal). En el segundo caso, será una intervención de choque (reto: superar el rechazo inicial y sustituirlo por una actitud abierta al cambio y al aprendizaje).

 

 

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