Agradecer: ¡Maravilloso “Ábrete Sésamo”!

1977

Por Víctor Vich Rodríguez (Perú), Pionero de la Motivación y Desarrollo Humano en el Perú, victorvich.motivacion@gmail.com, motivacionempresarial.net

“Alimentar la mente es tan importante como alimentar el cuerpo”.

No cabe duda alguna sobre los enormes beneficios e incalculables ventajas que genera el agradecimiento cotidiano, que debe ser realmente diario como una básica condición para nuestro “ábrete sésamo” relacionado a nuestros propósitos positivos e ilusiones.

El estar consciente de lo mucho que tenemos que agradecer en nuestro día a día, resulta ser una condición imprescindible para la alimentación y revitalización de nuestra alma, mente, cuerpo y en este caso, circunstancias de la vida.

¿Quién agradece? Agradece el inteligente, el sensato… el comprensivo, el que goza del privilegio de la humildad. El agradecimiento es a todas luces una de las grandes características de la sabiduría, de la madurez, del tener conciencia. El torpe no agradece nada. Su soberbia no se lo permite, su falta de humildad tampoco y asimismo, la superficialidad de su vida.

Las personas agradecidas que están en constante “crecimiento”, son las que priorizan la calidad de SER, – léase valores humanos – razón por la que su nobleza es grande y significativa… y también “su suerte” en la vida. Los que no crecen son los que priorizan el materialismo. Son los que están pero no son y sin embargo allí están.

¡Tenemos tanto que agradecerle a la mañana, a la tarde y a la noche! ¡Tenemos tanto que agradecerle a la vida, a nuestros padres e hijos, a la gente, a nuestra ciudad, a nuestra Patria! ¡Tenemos tanto que agradecerle al aire, al sol, al mar, al cielo, a los animales, a las plantas! ¡Tenemos tanto que agradecerle a nuestro trabajo por ser también un privilegio y una bendición! ¡Tenemos tanto que agradecer a nuestros dones y regalos maravillosos como nuestra capacidad de ver, de sentir, de reírnos y llorar, de tener manos y piernas y pies para caminar, tenemos que agradecer nuestra capacidad de admirarnos, nuestras posibilidades de servir… de amar! Y por supuesto, tenemos tanto que agradecer a Jesús y María Santísima por su diario acompañamiento y protección.

Por ejemplo, qué grande es Hellen Keller “la minusválida” invidente “que tanto ve”, cuando dice: “Muchas veces he pensado que sería una bendición de lo alto el que todo ser humano, durante su edad adulta, se quedara ciego y sordo por unos pocos días. La oscuridad le haría apreciar el tesoro de la vista y el silencio le enseñaría a gozar del sonido”.

Cada día me convenzo más de lo absurdo de nuestras quejas cotidianas que tanto intoxican nuestro “yo interior”, nos envilecen y degradan como le suceden a los malagradecidos.

El agradecimiento engrandece a la persona que lo practica, el agradecimiento ancha los pliegues del corazón, el agradecimiento vivifica bajo todo punto de vista y amplía el espectro de nuestras mundanas posibilidades. ¡El agradecimiento enaltece! Te invito a practicar la sublime ganancia del agradecimiento.

Es más, permíteme puntualizarte un no fácil reto que deseo plantearte: Cuando te suceda algo incómodo, negativo, en lugar de renegar – que es tan cancerígeno – no te exasperes ni violentes sino más bien, regálate paz y aumenta tus inmunológicas defensas AGRADECIENDO la enseñanza de la negativa experiencia, pues también te está motivando a hacerte ver y controlarte.

Qué extraordinarias son aquellas personas que saben situarse “encima de las circunstancias” y no permiten que aquellas se sitúen “encima de ellas”. Los acontecimientos negativos y tantas veces inevitables en nuestra vida diaria, nos dan una magnifica oportunidad de tolerancia, de paciencia, de autocontrol y perdón, en síntesis, de “crecimiento”. ¡No es fácil saber agradecer ante lo que nos molesta, pero intentémoslo una y otra vez, hasta lograrlo y verás “lo grande” que te sentirás!

Si logras conseguirlo, habrás tomado el timón, el manejo y control de los acontecimientos negativos, aquellos que tanto desequilibran al común de las personas. ¡Sólo las mentes y corazones ubérrimos, son capaces de agradecer!

¡AGRADECE CADA DÍA… POR TODO!… y la magia del “ábrete sésamo” se dará en tu vida.

 

  

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