El empleo que Facebook te da, Facebook te lo puede quitar

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Con varios estudios que prueban que los reclutadores espían los perfiles en redes sociales, dar un paso en falso ya no es una posibilidad.

Dicen que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Sin embargo, lo que ocurre en Twitter, LinkedIn o Facebook ya no se queda en esas redes sociales que, de hecho, han sido creadas para que todo trascienda.

Si antes tu mayor preocupación era que tu madre viera alguna locura o foto vergonzosa en tu perfil, ahora un mal comentario puede costarte un empleo que perseguías hace tiempo.

Los que se dedican al negocio del reclutamiento descubrieron que las redes sociales son una herramienta extremadamente eficaz de comprobación de identidades, trayectorias y currículos y no tienen problemas en usarlas.

Mucha información

Además, la tecnología provoca que en multitud de casos sea posible saber quién es quién sin necesidad de hablar con los candidatos, porque la información que se obtiene previamente de ellos a través de las redes sociales y profesionales es ingente.

Un reciente estudio de la universidad estadounidense Carnegie Mellon de Pittsburgh, sugiere que aquellos candidatos que deciden compartir cuestiones como su afiliación política o religiosa en Facebook, LinkedIn o Twitter podrían tener más dificultades cuando se trata de encontrar un trabajo.

August-Wilhelm Scheer, presidente de Bitkom, aseguraba en un estudio realizado por su compañía en Alemania que “Internet es una fuente de información importante para conocer a los posibles futuros trabajadores de una empresa”.

Según esta investigación, la mitad de las firmas alemanas espía a sus futuros empleados en la Red. Para el estudio de Carnegie Mellon, más de un tercio de las compañías estadounidenses investigan a los candidatos en las redes sociales para comprobar su información de cara a su proceso de selección.

Entonces, si la revisión es cosa comprobada, un primer vistazo puede garantizar una buena impresión y ser un factor decisivo en la contratación, pero si el perfil se descuida una vez conseguido el objetivo, el mismo perfil puede jugar una mala pasada.

Un entrevistador no puede preguntar por la filiación religiosa del entrevistado ni por sus gustos personales para sus fines de semana, pero puede averiguarlo en las redes sociales; si usted lo permite, claro.

 

 

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