¿Cuándo dejar ir a un empleado que lleva mucho tiempo trabajando contigo?

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Por John Rampton – experto en liderazgo y motivación organizacional
 

La cultura del emprendimiento trata sobre la disrupción. Es completamente normal que una persona tenga dos y hasta tres trabajos diferentes en un año, yendo de empresa en empresa hasta encontrar el trabajo ideal. Pero cuando llega el momento de dejar ir a un empleado que lleva mucho tiempo trabajando contigo, es difícil.

Cuando un empleado encuentra ese trabajo ideal forma vínculos con sus compañeros y jefes que pueden ser tan fuertes como los vínculos familiares. Los equipos se ayudan entre sí cuando hay tiempos malos y celebran juntos las victorias, compartiendo esa búsqueda por una visión compartida.

Desafortunadamente, hay ocasiones que hasta las mejores sociedades tienen que disolverse. Un empleado que lleva mucho tiempo contigo empieza a no estar de acuerdo con la dirección que está tomando la empresa, y unas cuantas discusiones terminan convirtiéndose en diferencias irreconciliables.

Independientemente de si lleva un día trabajando o si es uno de los fundadores de la empresa, hay momentos en que hasta el más comprometido y leal de tus empleados necesita un cambio de escenario.

Hace poco tuve que despedir a un empleado que llevaba mucho tiempo conmigo por una diferencia irreconciliable como las que menciono. Habíamos trabajado muy bien juntos durante años, pero en los últimos tiempos habíamos empezado a ver el futuro del negocio de forma diferente.

Y aunque hay muchas formas válidas de hacer crecer un negocio, ninguna empresa puede crecer si la gente que está dentro no se pone de acuerdo en qué camino elegir. Este empleado y yo no estábamos de acuerdo en el mejor momento para buscar un crecimiento económico, o un crecimiento en el talento interno o en buscar una oportunidad de crecimiento.

Los proyectos que más le apasionaban, aunque tenían mucho potencial, no se alineaban a lo que nuestro negocio necesitaba conseguir para lograr el crecimiento que yo tenía en mente.Tuvimos una plática al respecto.

Pocos meses después, tuvimos otra. Ambos nos dimos cuenta de que nuestras decisiones estaban tomadas, pero como estos temas eran fundamentales para el futuro de la empresa, tomé la decisión de dejar que este empleado que había estado conmigo mucho tiempo, buscara otras oportunidades que se alinearan mejor con sus pasiones personales.

No fue fácil, pero si la situación se presentara nuevamente, tomaría la misma decisión. Una empresa no puede seguir adelante si la gente que la maneja no está de acuerdo en la dirección que debe tomar. Estoy muy agradecido por el progreso que hicimos juntos, y creo que ambos nos beneficiamos de la separación.

Utiliza este proceso para determinar si un empleado que lleva mucho tiempo contigo estaría mejor en otra parte:

1. Busca señales que te permitan saber si hay diferencias importantes en la visión que tienen sobre el negocio

Habrá ocasiones en las que los empleados se queden en la empresa a pesar de no compartir la misma visión que tú, pero la mayoría sigue trabajando porque creen en lo que hacen. Cuando empiezan a mostrar señales de desacuerdo profundo, actúa rápido para determinar si la desconexión es temporal o si es algo más serio.

¿Está entregando tarde los proyectos o está entregando las cosas con una menor calidad para sus estándares? ¿Está en desacuerdo con sus superiores de manera frecuente o sigue sacando a colación el mismo tema? Los empleados y las empresas tienen que estar de acuerdo en lo que vale la pena hacer antes de poder ponerse de acuerdo en cualquier otra cosa.

2. Ten una conversación honesta

Si el empleado parece estar genuinamente infeliz con la situación, no pospongas lo inevitable. Agenda una reunión lo más pronto que puedas para hablar del problema. Puede ser que tu empleado esté teniendo un mal mes y que se esté desquitando en el trabajo. Cualquiera que sea la razón, la única forma de descubrirla es preguntando directamente.

Empieza la plática comunicándole tus observaciones sobre lo que dijimos anteriormente, y luego escúchalo. Pídele que hable con honestidad, algunas personas evitan los conflictos y prefieren sufrir con una visión en la que no creen, pero lo mejor es arrancarlo de una y ser honestos.

Si el problema no tiene que ver con la dirección de la empresa, entonces resuelve la situación por separado.Si el problema tiene que ver con la visión, entonces investiga más.

¿El problema lo tiene con una parte específica de la visión de tu empresa, o tiene que ver con la visión general? ¿Fue una decisión en particular la que lo molestó o ha habido una serie de eventos que lo llevaron a este punto? ¿Tu empleado tiene algún punto relevante que la empresa debería tratar, o estás tan comprometido con tu visión que no admite críticas? Las respuestas a estas preguntas determinarán qué tipo de acción necesitas tomar.

3. Considera las alternativas

Dependiendo de la gravedad de problema, puede que ambas partes queden conformes con una solución menos severa que el despido. Pudiera ser que le dieras a tu empleado un puesto diferente, o que los proyectos que iniciaron el problema se muevan de departamento.

Pero no le cargues trabajo extra a otras personas solo para mantener a un empleado de mucho tiempo, esto no es justo para nadie. Mejor busca una solución en la que tu empleado pueda seguir siendo productivo sin entrar en conflicto con la mentalidad que inició el problema. Si esa solución no existe y el empleado no está dispuesto a adaptarse, entonces pasa a la solución definitiva.

4. Toma la decisión que sea mejor para la empresa

Considerando que lleva mucho tiempo trabajando contigo, lo más probable es que esta persona sea un amigo en el que confías y un empleado muy capaz. Sin embargo, si ya han llegado a un punto irreconciliable, ambas partes van a ser más felices si la persona en cuestión encuentra otro lugar para trabajar.

Aunque sea difícil, recuerda que las necesidades de la empresa van primero. Retener a un empleado que no quiere ayudar a la comunidad a lograr el objetivo general no es bueno para nadie.

Puede que tu empleado no quiera perder su trabajo, pero estás frente a una tensión a largo plazo, sobre todo una tensión y un desagrado que pueden expandirse a otras partes de la empresa, así que toma la decisión correcta y despídelo con dignidad.

Nadie quiere pasar por este proceso. Yo sé que yo no quería. Pero por muy desagradable que fuera, fue la mejor decisión para el futuro de mi empresa (y para el futuro de mi empleado).

Si esta situación te suena familiar, sigue estos pasos para determinar si ese empleado que lleva muchos años contigo ya no debería ser parte de la cultura de tu empresa.

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